Cuando se tiene un fondo de armario existe la posibilidad de usar una prenda que permanecía guardada y vuelve a llevarse, bien porque está otra vez de moda o de actualidad. Y salvando la distancia, algo parecido sucede con los textos escritos que, aunque pase tiempo por ellos, algunos no pierden su mensaje y siguen vigentes y actuales todavía. Y este es el caso del presente artículo, que hoy expongo en dos partes debido a su extensión, pero, eso sí, corregido y aumentado… Y dice así:
Cada vez que visito un pueblo o una ciudad de nuestra rica y variada geografía, trasladaría lo bien hecho que encuentro en el lugar visitado, a mi querida Isla.
Y no es que no se hayan realizados proyectos interesantes en nuestra ciudad. Naturalmente que sí, pero tal vez, no han alcanzados el nivel ni la eficacia que observo en esos otros lugares. Basta hacer un recorrido para darnos cuenta de la realidad y también de las carencias.
Por otra parte, nos hemos convertido en una ciudad de las llamadas dormitorios, de mayores, forasteros y jubilados. Y quizás se nos han esfumado los mejores y más preciados años para haber consolidado una ciudad más próspera, dinámica, acogedora y sobre todo, con perspectivas de una ocupación laboral que hoy -como nunca- necesitamos.
Es cierto que no poseemos un término municipal extenso. Y cuando no son los filtros y reparos administrativos para crear; son los muros, caños, piezas y marismas. ¡Ah!, y el Parque Natural. Todo ello en mi modesta opinión, a revisar con un sentido más amplio, enriquecedor, rentable y práctico para el propio Parque y para el Municipio. Tal como ha sucedido en otros lugares próximos al nuestro.
Sabíamos del fin o de la decadencia de los tres pilares básicos que han contribuido al sostenimiento económico de la ciudad durante muchísimos años. Y que dicho coloquialmente han sido: la Marina, la Bazán y la Constructora; sin hurgar en las razones, las causas y los efectos de esta indudable evidencia.
Como dato a lo anterior, solamente citaré que la supresión del servicio militar y el traslado de algunas unidades militares a otras ciudades, junto al cierre de la Constructora o la transformación de Bazán en Navantia. Y la reducción de efectivos de La Carraca, que sin adoptar serias medidas correctoras u otras alternativas a estos hechos; fueron seguramente los que determinaron parte o toda de nuestra situación actual.
Sin embargo seguimos inmersos y sumidos en los mismos contenciosos de siempre, además de no facilitar, por ejemplo, suelo para fomentar y crear empleos. Ni tampoco aprovechar nuestros propios y ricos recursos naturales, que quizás permanecen dormidos y faltos de ideas y soluciones.
Por otra parte solamente tenemos dos polígonos industriales: el de Fadricas y Fadricas II, con sus rémoras que por cierto no acaban de despegar. Y el de Puente de Hierro; pero éste, mejor soslayarlo sin comentarios, aunque al menos hay instalada allí una fábrica de complementos y uniformes militares, que se debe a la antigua y prestigiosa marca de la tienda isleña del Siglo en la calle Rosario, propiedad de la familia Conforto, creada en 1870 o sea que hace honor a su nombre por haber cumplido ya ‘un siglo’ y medio de su dilatada existencia. Además de una nave de la empresa isleña JMR, otra del propio municipio y poco más.
Porque el de los Tres Caminos resulta engañoso por tenerlo tan cerca físicamente y al alcance de nuestra mano, como tan lejos por su pertenencia al municipio de Puerto Real, adónde se van todas las riquezas que se revierten en el citado polígono, especialmente de nosotros mismos.
Y ahora ‘pendiente’ de otro polígono en los terrenos de lo que fue la Escuela militar de Tiro Janer. Sin saber exactamente en qué y cómo quedará, después del parón arqueológico y de la construcción de una subestación eléctrica, prevista e imprescindible para asegurar la energía necesaria -que no tenemos- ni siquiera para poner en marcha -según dicen- el tren-tranvía si es que alguna vez circula dadas las promesas, las inexactitudes y las circunstancias. Y si la ausencia de la energía eléctrica es cierta, evidencia en su caso, algo así como pretender construir un edificio empezando por el tejado en lugar de los cimientos.
En cambio sí se han construido bastantes viviendas en bloques y creo que en algunos casos sin criterios lógicos y razonables. Por otra parte también se han construido una serie de viviendas de dos alturas y de adosados en una zona amplia y diáfana como Camposoto a la que nada hay que objetar.
Pero sí al contrasentido anterior comparado con el que supone, la construcción de las tres torres enormes en un reducido espacio como la playa de la Casería. Y mientras tanto, Museos, Náuticos, Edificios y Obras Públicas y Patrimoniales están sin finalizar todavía.
Y entre ellas destacaría, la tan esperada rehabilitación de nuestra joya arquitectónica que representa nuestro Ayuntamiento, aunque parece que ya hay licitación para acometer dicha rehabilitación. Pero no la del mítico e histórico Puente Zuazo -olvidado- que se cae a pedazos, mientras a pocos kilómetros se han invertido cerca de 600 millones de euros en el puente de la Constitución, evidenciando un tremendo y desafortunado agravio comparativo, aun siendo esta obra competencia del Ministerio de Fomento. ¿O acaso el puente Zuazo, no merece además del municipio, ayudas o fondos estatales?
Por otra parte ¿cuántos ciudadanos saben? porque son poquísimos los que conocen el Centro de Interpretación, después de su elevadísimo coste, ubicado frente a la puerta trasera del Real Teatro de las Cortes, al lado de unos módulos de basura soterrados, cuya basura siempre esta derramada y amontonada en el suelo, ofreciendo un bochornoso espectáculo en un lugar como ese por razones obvias.
El citado centro ante el escaso éxito de visitantes que ha obtenido desde su creación, pese a sus excelentes salas e instalaciones expositoras de videos y documentales sobre el parlamentarismo (tal vez porque ha permanecido y permanece oculto o quizás porque no se ha publicitado eficazmente), se ha transformado tristemente más en una oficina de seguros, que la de un centro de interpretación para lo cual fue creado.
Los sectores norte-sur, inacabados. La Ronda del Estero sin terminar, con viviendas vacías en algunos bloques de pisos a medio habitar. Y al parecer, se pretende construir otros en un lugar ideal para otras opciones distintas ya apuntadas en otro de mis artículos reciente, que de confirmarse, sería un nuevo error de bulto. ¡Ah! Y Bahía Sur, que tanto al parecer le viene costando a las arcas municipales por sus contenciosos desde el principio de su ejecución por sus irregularidades… Continuará… DIARIO Bahía de Cádiz