Lo que no se cuenta, no existe. Un viejo silogismo que mantiene todo su sentido estos últimos días a raíz de las noticias conocidas sobre el desvío de trabajos, inicialmente previstos para nuestros astilleros de la Bahía, y que ahora se marcharán a Galicia para corregir los retrasos en los plazos de construcción del primero de los cuatro petroleros Suezmax contratados a Navantia por la naviera Grupo Ibaizábal.
Por eso queremos contar, para que se sepa que existe, que las empresas del sector auxiliar naval de nuestra Bahía, de nuestra provincia, son capaces de resistir cualquier comparación, en excelencia y calidad, que las mejores compañías fuera de nuestro entorno industrial más cercano. Y con ellas sus trabajadores.
Queremos contar que nadie que haya tenido algún contacto con la realidad social y económica de la Bahía de Cádiz puede tener la más mínima duda de la importancia que tiene el tejido auxiliar empresarial para las grandes tractoras que se dedican a la industria naval y a la construcción off-shore.
Esta importancia, en raras ocasiones, se ha visto suficientemente considerada y valorada por la misma sociedad gaditana a la que en continuamente beneficia, demasiado acostumbrada a admitir que lo de fuera ha de ser, por no sé qué regla, mejor que nuestras propias empresas.
En estas últimas fechas la industria auxiliar, aglutinada alrededor de la Federación de Empresas del Metal de Cádiz (Femca), ha asistido con gran sorpresa a tomas de decisiones que afectan directamente, no sólo a la cuenta de resultados de las empresas y su futuro inmediato, sino a su propia reputación, la que tanto trabajo ha costado ganarse, precisamente como aliadas imprescindible de la gran tractora de la Bahía gaditana: Navantia.
Los cambios de criterios en los planes de construcción de los cuatro petroleros Suezmax están afectando negativamente a la pyme industrial gaditana, que atesora conocimientos y profesionalidad suficientes como para hacer rentable a las grandes tractoras. Aquellas que han sido capaces de desarrollar –gracias a las auxiliares- proyectos de calibre como el puente de Oresund, una de las mega estructuras mundiales de referencia. Aquellas que han construido para Navantia las jackets de Iberdrola, con gran reconocimiento del cliente final, entre otros muchos ejemplos.
Una empresa se constituye para obtener beneficios y generar riqueza y, a partir de ahí, crear empleo y contribuir al incremento del bienestar social y el poder adquisitivo. Pero en primer lugar hay que conseguir ejecutar planes de negocio con saldo positivo, no lo contrario: cuentas de resultados en números rojos.
En las últimas semanas hemos asistido, atónitos, a la licitación de trabajos, por parte de Navantia, a precios ridículos comparados con los que el mercado ofrece. Lotes que salen a concurso de proveedores a una tercera parte del precio real.
Respecto al número de horas de trabajo ofertadas, da la impresión que se ajustan más al precio final que Navantia está dispuesto a pagar, que al tiempo de ejecución realmente necesario para construir los petroleros.
Desde Femca, como patronal de referencia del sector, creemos necesario que el proceso de los lotes a partir del segundo buque, desde ya, añada la corrección de las pérdidas que nuestras empresas están demostrando sufrir en la construcción del primero de la serie de los Suezmax.
Las empresas estamos cansadas de que, por falta de organización o de comunicación de otros, nosotros paguemos las consecuencias. No podemos permitir que se juegue con nuestra bien ganada reputación, ni con la necesaria rentabilidad económica, con argumentos no empresariales.
Nos duele que la carga de trabajo, que en principio estaba comprometida con nuestra Bahía, salga a otras zonas industriales de España. Una irresponsabilidad sería, por nuestra parte, permitir que esto ocurra sin que al menos se oiga la voz nítida y contundente de un tejido empresarial suficientemente productivo y capaz como para acometer, con sobrada solvencia, los trabajos que hoy estamos perdiendo.
No buscamos un enfrentamiento con industrias auxiliares de otras zonas. Pero no podemos compartir las formas y la falta de comunicación que venimos sufriendo de manea continuada desde que se iniciaron estos trabajos por parte de Navantia.
Esperamos tener conocimiento de cuáles son las condiciones de licitación del segundo petrolero. Ya hay empresas esperando que Navantia reconsidere las condiciones del precio de licitación, tras constatarse que es imposible llevar a cabo el trabajo en las condiciones que se han ofertado.
Es imprescindible, por tanto, que se liciten conjuntamente los tres petroleros que quedan. Las empresas han de poder percibir seguridad a la hora de concurrir a los pliegos de licitación, han de ver valorado el esfuerzo que están haciendo con el primer petrolero y percibir la apuesta de Navantia por su cadena de suministros de la Bahía de Cádiz.
Sí, la cadena de suministros de la Bahía de Cádiz. La misma que ha sido, cuanto menos coprotagonista, de distinciones y felicitaciones concedidas a Navantia por proyectos ejecutados aquí, mano a mano con nuestras empresas. Resistiendo cualquier comparación. DIARIO Bahía de Cádiz
ARTÍCULO DE: José Muñoz Flores (Secretario general de Femca)
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