Hoy los andaluces celebramos un año más el día de Andalucía. Algunos podrían pensar que es una celebración más, pero el de este año no es un 28F cualquiera, no es un día más, Sin ninguna duda, estamos ante un día especial. Ante el preámbulo de una Andalucía verdaderamente libre. Nos estamos jugando nuestra libertad real. Libertad con mayúsculas y en primera persona. Andalucía libre, por sí, por España y la Humanidad.
Desde hace treinta y cuatro años los andaluces contamos con un Estatuto de Autonomía que reconoce una identidad dentro de nuestra querida España. Una identidad que no se debe limitar a un territorio, ni a una organización administrativa y ni siquiera a una historia común. Andalucía es y serán las personas. Andalucía es y será por siempre su gente. Vivan donde vivan, crean en quien crean y piensen como piensen. Con lo que nos une y nos diferencia, y siempre sin olvidarnos de nuestra querida España. España no tendría sentido sin Andalucía de la misma forma que Andalucía no se entiende sin España. Mientras otros se esfuerzan en alimentar las desigualdades, los andaluces nos sentimos orgullosos de lo nuestro, pero sin olvidar a nuestros hermanos. Con humildad, pero con firmeza y esperanza en que nos merecemos un futuro mejor, pero un futuro todos juntos y unidos.
Un Estatuto de Autonomía no es una mera declaración de intenciones, ni un regalo de nada ni nadie. Es un ejercicio de autonomía pero también de responsabilidad con nuestros propios actos y decisiones. Después de treinta y cuatro años, ya es hora de que rindamos cuentas. De que nos expliquen por qué seguimos estando a la cola en la creación de empleo en España, de que nos argumenten el por qué tenemos esa gran brecha educativa con el resto del país, de que nos expliquen por qué nuestros jóvenes más preparados tienen que emigrar y abandonar su tierra, de que se vayan los que nos han convertido en noticia por el mayor caso de corrupción con fondos públicos de la historia de nuestro país, de que se eliminen las trabas burocráticas y se fomente la atracción de inversiones, de que dejemos de ser los que más impuestos pagamos, de que nuestros hospitales estén colapsados, de que las infraestructuras no lleguen y el dinero se quede por el camino.
Después de tantos años hay cosas que se ha hecho bien, muchas otras se han gestionado muy mal, pero lo que parece evidente es que otros lo han hecho mucho mejor que los que nos llevan gobernando tantos años y ya es hora de que nos rindan cuentas a los andaluces. De que se abran las ventanas y lleguen aires frescos. En Andalucía, es la hora de las ideas claras, las manos limpias y la conciencia tranquila. De que tomemos conciencia de lo importante que somos para nuestro país y dejemos de pedir para ser capaces de dar. Ésa es la verdadera mentalidad del andaluz y no la que a otros les interesa vender al resto de los españoles.
En estos tiempos mucho se habla y se discute a nivel nacional acerca de la situación política, la corrupción y el bipartidismo. Pero en nuestra tierra aún no estamos en esa fase, nos hemos quedado en un paso anterior, no nos pueden negar que necesitamos la alternancia política. Muchos años ya de lo mismo, no son buenos para la democracia. Democracia, alternancia, cambio y gestión son los pasos que aún nos quedan por recorrer juntos.
Este 28 de Febrero, si así lo deciden los andaluces, será el ultimo en el que en Andalucía se hablará de desempleo, de falta de atención sanitaria, de corrupción en la Junta de Andalucía, de aulas prefabricadas en los colegios, de déficit de infraestructuras y de dinero público malgastado.
Otra Andalucía es posible. El cambio es posible. Centrando nuestra prioridad en Andalucía y siempre por nuestra gente, por una Andalucía libre, por sí, por España y la Humanidad.
Sin ninguna duda, el 28F de 2015 será un día especial. DIARIO Bahía de Cádiz