Una bonita experiencia donde recargar pilas, prepararse para combatir la ola de insensatez que nos inunda últimamente y para refrescarnos la deuda que tenemos con el pueblo saharaui.
Mezclando visiones profesional e institucional he realizado una serie de visitas a los campamentos de refugiados saharauis, donde he tenido el privilegio de conocer alguno de los proyectos de nuestra asociación local Amal Esperanza, huertos familiares, centro de personas con necesidades especiales, visitas domiciliarias de asistencia social, materiales sanitarios, radio local, escuela de inglés y dentro de la escuela de mujeres, los talleres de informática, de castellano, etc. Es imposible describir el beneficio y la repercusión que Amal genera en tantas personas a través de su solidaria labor. Hay muchas ONG internacionales y otras pequeñas, pero el orgullo que te crea oír como hablan de Amal Esperanza de El Puerto de Santa María, es infinito.
No soy experto en la causa, la conocí gracias a los amigos que siempre participan en el programa de Vacaciones en Paz y traen niños saharauis a pasar aquí el verano, así fui descubriendo el conflicto, el fracaso de la descolonización española y la invasión marroquí. Hoy, la causa saharaui aumentó en capacidad institucional, pero perdió en solidaridad internacional y por lo tanto en recursos.
En palabras de Carlos Ruiz Miguel, Catedrático de Derecho Internacional de la USC sobre legalidad internacional en la lucha anticolonial en el Sahara Occidental ‘El derecho internacional afecta a los poderes públicos y los ayuntamientos son poderes públicos. No es una opción política, es una responsabilidad’.
Con la crisis muchas asociaciones desaparecieron y muchas familias aun teniendo disposición, dejaron de acoger niños saharauis. Por eso la red que ha comenzado a tejerse en nuestra Bahía entre ayuntamientos y asociaciones debe seguir creciendo por toda España y fomentar la simbiosis de solidaridad y humildad que genera esta relación entre el pueblo español y el saharaui. Anímense y animen a colaborar con esta causa y con nuestros amigos de Amal Esperanza. DIARIO Bahía de Cádiz