El Ayuntamiento de Almería (entre otros, como el de San Fernando) ha presentado la instalación del sistema Reciclos de Ecoembes. 500 contenedores inteligentes que premiarán por reciclar correctamente las latas y botellas de plástico. Resumido parece bonito, pero no es más que una campaña de Maquillaje, que me recuerda a la canción de Mecano.
Sombra aquí, y sombra allá. Ecoembes es la organización, dicen que sin ánimo de lucro, que se encarga de gestionar (reducir, recuperar y reciclar), los envases de los contenedores amarillos. Sobre ella aparecen muchas dudas. Tantas que el Gobierno, el año pasado, comenzó una investigación para comprobar las cifras que aportan. La interesada habla de un 75% de envases reciclados, mientras las organizaciones ambientales, solo de un 25%. Pero hay muchas más mentiras en un modelo que falla desde la raíz.
No me mires, no me mires, déjalo ya. Ecoembes está integrada por las empresas que más residuos generan en España, Coca Cola, Mercadona, Leche Pascual, entre otras. No trabaja para el Medio Ambiente, ni por el futuro, lo hace para ellas. Como la ley les obliga, crean un sistema de gestión y pagan a Ecoembes por el número total de envases que ponen en el mercado, no por los reciclados realmente. Además, como todo queda entre amigos, esas multinacionales no dan cifras reales de los envases distribuidos y muchos, como no existen, terminarán en nuestros océanos. Falsean datos, mienten, pero sobre el papel cumplen la ley. Y como el sistema no alcanza los objetivos, y muchos los culpabilizan, tienen que limpiar su imagen y responsabilizar a otros del desastre. En este caso a nosotros, a los ciudadanos que no sabemos reciclar.
Ecoembes está integrada por las empresas que más residuos generan en España, Coca Cola, Mercadona, Leche Pascual, entre otras. No trabaja para el Medio Ambiente, ni por el futuro, lo hace para ellas. Como la ley les obliga, crean un sistema de gestión y pagan a Ecoembes
Mírate, y mírate. Son numerosas las campañas de sensibilización para enseñarnos qué va a cada contenedor, y a pesar de eso, aunque las cifras de reciclaje van en aumento, no se hace correctamente. Paternalmente, nos dicen que no ponemos interés, que no escuchamos, que aprendemos lentamente, pero la realidad es que la mayoría de los residuos que generamos en casa no van a ninguno de los contenedores, y en nuestro afán por intentar hacerlo bien, contaminamos la mayoría de ellos. Así que para motivarnos, deciden crear Reciclos, que por cada envase depositado en la máquina te dará recompensas para ayudar a una ONG, como el Banco de Alimentos, o para el transporte público.
Es un sistema farragoso y con mucha tecnología de por medio, que ya sabemos todos, excluye a parte de la población y que a la hora de la verdad termina fallando por la falta de actualización y su nula efectividad para solucionar incidencias. Para conseguir tu recompensa, debes descargar una app, escanear con tu móvil los códigos de barras de todos los envases que echas a la máquina, y finalmente escanear el QR del contenedor donde los depositas. Gastas tiempo, quebraderos de cabeza, y luego las recompensas, gestionadas por tramposos, a saber dónde van.
En el sistema RETORNA (depósito, devolución y retorno), que Ecoembes está boicoteando hace años y que funciona en otros países, todo es más sencillo y práctico. Llegas al supermercado, echas tus envases, coges tu dinero, y listo. Gesto, recompensa. Sin promesas ni actos de fe. Luego ya veré yo si lo dono, o me compro una bici porque el bus urbano es escaso y está mal atendido.
Maquíllame, maquíllate. Ecoembes es experta en embellecer su negligencia, con sus campañas Libera de recogida de residuos, con sus colaboraciones económicas (chantajes) a los ayuntamientos para multitud de chorraditas de marketing, y anuncios millonarios en los medios de comunicación. Si hiciesen bien su trabajo, las moralinas y lecciones diarias de nuestros dirigentes no harían falta.
Lo gracioso, de la llegada de Reciclos, es el lema de la campaña de sensibilización con la que nos enseñarán a manejar las máquinas, ‘Dale una vuelta al reciclaje’. Desde mi punto de vista, no hay que darle más vueltas al tema, copien lo que funciona en otros países: hagan leyes que se cumplan, quien contamine que pague, que no puedan vender materiales que no sean 100% reciclados y reciclables, que se reduzcan el número de envases, que la recogida de residuos sea puerta a puerta y en días determinados, que los puntos limpios sean numerosos y accesibles, que la ciudadanía pague por el número de residuos generados y su compromiso para separarlos, y que cobremos por los envases (en realidad materias primas) que poseemos, o quien sabe, que recojamos en mitad del monte para intentar sobrevivir a la inflación. DIARIO Bahía de Cádiz