El pueblo de Catalunya, con la ley electoral española en la mano, bajo la influencia del artículo 155 y con el control del Estado en la Generalitat, ha decidido devolver el Parlament y el Govern a sus legítimos regidores elegidos en las urnas.
Meritorio y trabajado el triunfo de Ciudadanos, que ha conseguido cosechar el voto catalán unionista y españolista entorno a un partido. Es de tener en cuenta que, para los catalanes, Ciudadanos es un partido catalán, de derechas sí, pero catalán, y por tanto no se mira con los mismos ojos que en el resto del Estado. Así y todo, nadie duda ya, que está llamado a ser el recambio natural de un Partido Popular, envejecido y comido por la corrupción.
En la situación en la que ha colocado Rajoy a España, es en estos momentos, como menos de ridículo internacional. Activar el artículo 155 para secuestrar las Instituciones Catalanas, mendigar por Europa apoyo a sus posiciones, utilizar a los cuerpos y fuerzas de la seguridad del Estado para sus intereses partidistas, ver como se detiene a representantes políticos, cómo se encarcela al Govern… y un largo etcétera que todos conocemos, lo único que ha logrado es un tremendo fracaso electoral para su partido y para sus formas de hacer política. Una lección de democracia para el futuro del Partido Popular, si es que le queda futuro.
Cuando los pueblos deciden emprender un camino, no se le puede cerrar las puertas, ni con leyes, ni con la fuerza. Cuando un pueblo decide comenzar un camino, lo que hay que hacer es construir puentes basados en la negociación y comprensión, con el uso de la política y la mejor arma de la misma, las urnas. Aplicar por tanto el 155 como respuesta, ha sido, es el mayor error de la actual democracia española en manos del inmovilista Partido Popular. Una lección, que solo debe tener una respuesta desde el españolismo democrático, sacar al Partido Popular del Gobierno de España.
Si el Partido Popular continua empecinado en la no negociación, en la judicialización de la política, en la amenaza con la fuerza, con la intervención de las Instituciones y demás armas que ya conocemos, en vez de comenzar a reconocer que ese no es el camino, tener un gesto de política seria y reconocer que, en estos momentos, y a la vista de los resultados, el “problema catalán” solo tiene una solución posible, una salida viable, que no es otro que aceptar un referendo legal y pactado con el Estado español, el presidente Rajoy llevará a España a un callejón sin salida.
El Partido Popular, el presidente del Gobierno de España, a la vista del tremendo fracaso, tras ser barrido de la política catalana, no tiene otra salida, otra opción política digna y democrática que presentar hoy mismo su dimisión y convocar elecciones generales. Poner su gestión a examen ante el pueblo español, bien para que valide su política y gestión, o bien para elegir a otra fuerza política, otro interlocutor, capaz de buscar soluciones, tanto para España como para Catalunya.
Si el Partido Popular, el presidente Rajoy, se niega a tomar el camino de la dimisión, la responsabilidad de mantener el Gobierno del Partido Popular, recaerá en aquellos partidos que lo soportan en el mismo, y por tanto estarían obligados a retirar la confianza para convocar dichas elecciones en la mayor brevedad posible. España, el Estado español, no puede permitirse el error e mantener el actual Gobierno un solo día más. DIARIO Bahía de Cádiz