El pasado día 28 de diciembre, en la cubierta de Chapín se celebró un día dedicado al rap en todas sus vertientes Dj, MCs, grafiteros y brakers, es decir, gente joven y diferente a lo que normalmente vemos por Jerez. Jóvenes que por fin tuvieron un día dedicado a la juventud y a su tiempo y se vieron padres e hijos, familias disfrutando unidas y jóvenes jerezanos que se reencontraban después de meses o años sin verse porque en esta tierra no tienen ni una sola oportunidad. Sólo había que estar allí hablar con ellos y descubrir cómo les tira la tierra, pero como desprecian a los que no somos capaces de darles la oportunidad para poder seguir viviendo aquí.
Los hay músicos, pintores, escritores, etc… con una formación magnífica y trabajan de camareros, en la construcción, repartidores y mil empleos en precario, declarados dos horas y trabajando diez, pero fuera de su tierra y que andaban por aquí por ser Navidad. Los medios de comunicación no estuvieron por allí, pues allí estaba lo marginal, esa gente que no pone anuncios, no se enteraron de qué pensaban estos jóvenes o qué estaban reivindicando. Diferente hubiera sido si fueran jóvenes cofrades o encuentros religiosos.
Los políticos pasaron para hacerse la foto y poder cumplir el expediente, vender las bondades de sus organizaciones sin contar que eso lo hemos pagados entre todas las personas que contribuimos con nuestros impuesto y lo han hecho posible un grupo de técnicos municipales con mucha ilusión y a los que hay que felicitar.
“Cuando gobiernen otras organizaciones volveremos a lo de siempre: a lo rancio, a lo tradicional, a lo que hemos hecho toda la vida sin darnos cuenta de que el mundo no para y que ya estamos ya en el siglo XXI”.
Ahora la pregunta será: ¿se le dará continuidad a estas actividades? Pues la experiencia nos demuestra que cuando gobiernen otras organizaciones volveremos a lo de siempre: a lo rancio, a lo tradicional, a lo que hemos hecho toda la vida sin darnos cuenta de que el mundo no para y que ya estamos ya en el siglo XXI.
Nuestros jóvenes deben de darnos su conocimiento, su alegría, su buen hacer y así poderles devolver nuestro cariño para no tener que seguir escuchando: “No te equivoques Manuel, por más que tú digas, Jerez sigue siendo una ciudad de catetos”. DIARIO Bahía de Cádiz