Dos recientes noticias reflejaban la semana pasada la convulsa situación política abierta tras la aparición de la iniciativa Podemos: el traslado, según encuestas, de hasta el 40% de votos de IU a Podemos y el anuncio del Partido Comunista de Andalucía (el pilar de la dirección de Izquierda Unida) de apostar por candidaturas del estilo “Ganemos”. Habría que diferenciar, de todas formas, un Guanyem en Barcelona, que responde a unas coordenadas políticas distintas y a la necesidad de sumar a las CUP (organización política independentista pero con un buen discurso inclusivo y social en muchos territorios) a un bloque amplio, donde además Podemos ha obtenido el resultado más débil. Más allá de peculiaridades, sería bueno observar la operación “Ganemos” en un territorio como Andalucía, gobernado por PSOE e IU, con severas políticas de ajustes argumentadas bajo el lema del “mal menor”.
Podemos ante las líneas desdibujadas de la izquierda en Andalucía
Es evidente que la construcción de una mayoría social en ruptura con las políticas y el régimen existentes debería trascender a las propias fuerzas -en expansión- de Podemos, contando con sectores de base de IU y otros movimientos y partidos; pero también lo es que esa vocación de ruptura debe tratar de mover las líneas y campos políticos actuales y no aspirar a sumar a aparatos -como el de la dirección de IU- que han sido cómplices directos de las políticas de austeridad en los últimos años en Andalucía. Para eso nacimos, para cambiar las políticas dominantes, no para acomodarnos a ellas, para romper el cuadro político del país. De hecho el principal pecado de la dirección de IU en Andalucía no ha sido el de haber diseñado y votado a favor de los presupuestos y políticas del PSOE, sin quitarle importancia, con la repercusión en el despido masivo de miles de trabajadores de todos los sectores (aunque preocupan en especial el sector de Educación y Sanidad, pero no sólo), sino la actitud desmovilizadora de esta dirección hacia el conjunto de conflictos que se organizaban contra las políticas de la Junta de Andalucía.
Es más que evidente que Podemos tiene todavía una estructura y un nivel de politización muy débiles y que el hecho de renunciar a su presentación, puede permitir la recomposición de los aparatos que han perdido peso sin que eso les obligue a una autocrítica y rectificación seria. La cuestión está puesta en el tapete. O Podemos es una herramienta independiente que puede conseguir cambiar las políticas existentes, obligando a sectores de base de la izquierda tradicional a mover ficha y confrontarse a sus aparatos o se cierra una ventana de oportunidad. Mucho menos Podemos debe dedicarse a hacer de bastón de un PSOE divorciado plenamente con su base social histórica y con la juventud. No es de extrañar que el PSOE se hunda en las encuestas, excepto en Andalucía, donde IU le sirvió de puntal, impidiendo su caída y la correspondiente liberación de todo un espacio social dispuesto a nuevas formas y caminos políticos para la defensa de los derechos sociales y democráticos.
Ganemos y el aparato de IU
Parece que en Jerez Ganemos toma cuerpo sin IU ni Podemos, a partir de “notables” o figuras reconocidas de la izquierda, provenientes de sectores como ATTAC y otros movimientos sociales. Pero ya en Málaga y Sevilla, los sectores más rancios y “eternos” de la dirección de IU están presionando para constituir Ganemos. Como siempre, es un movimiento dirigido a su propia supervivencia. De no ser así, existiría una rectificación pública de la orientación de subalternidad al PSOE seguida en los últimos años en la Junta (y precedida por muchos más años de experiencia de cogobiernos en ayuntamientos y diputaciones con el mismo PSOE). La presencia de cargos públicos de la Junta en las reuniones (como Rafael Ibáñez) indican la necesidad de impulsar esto antes de ser pasados por encima por los nuevos fenómenos como Podemos. Es evidente que un buen resultado de Podemos frente a una candidatura de IU pondría en evidencia el lamentable papel de IU en la Junta. Es por ello que el movimiento del aparato de IU es doble:
1. Presionar a Podemos para que se disuelva en una candidatura más amplia, sin principios políticos explicitados y sin constituirse como una herramienta de crítica popular hacia las políticas de la Junta, con la excusa del municipalismo, es decir, de sólo centrarse en lo local como si los graves problemas que aquejan a las ciudades no fueran el resultado combinado de las mismas políticas de todos los gobiernos, central y autonómico incluido.
2. Y por otro lado a impulsar “Ganemos” como una experiencia de “notables” de la izquierda con los que IU ha tejido relaciones no conflictivas en los últimos años.
Ganemos y Equo
Hay que señalar que otro de los actores en juego en la iniciativa “Ganemos” es Equo, que también ha perdido el campo de posible crecimiento electoral con la irrupción de Podemos, que es una fuerza más moderada incluso que IU (con excepciones bastante interesantes), con vínculos con los Partidos Verdes Europeos (partícipes de gobiernos con los Partidos Socialistas pero incluso en coaliciones con el centroderecha en algunas partes), pero que al mismo tiempo tiene menos aparato y es más permeable a iniciativas alternativas y presenta otro formato de discusión, más abierto y autocrítico.
Ganemos y Podemos: mayorías electorales e institucionales en Cádiz
Vamos a hablar en números: Podemos es ya en muchas encuestas la primera fuerza en intención directa en votos en Andalucía. Además, a pesar de que el 40% de los votantes de IU se estén trasladando a Podemos, hay que recordar que un porcentaje de votantes de Podemos muy importante es muy refractario a IU. Y lo es por diversas razones: por rechazo ideológico (votantes con un discurso muy anticasta y poco identificado con la simbología y la tradición de izquierdas), por su participación en la Junta (muchos empleados precarios de la administración y gentes de la izquierda de toda la vida), abstencionistas ilusionados que no se han sentido nunca identificados con los partidos del régimen… La conformación de Podemos ha conseguido atraer y agregar a una franja sociológica muy diversa. Esto hace de Podemos una fuerza antirégimen que no coloca al conjunto de sus electores en las coordenadas simbólicas de la izquierda tradicional.
Dicho de otra manera: en las pasadas europeas Podemos obtuvo en Cádiz ciudad el 16% (ahora las encuestas deben dar un resultado bastante más elevado) frente al 10% de IU (que todavía no había sufrido del todo el fenómeno Podemos y seguía con un resultado más que aceptable). La suma de las dos, el 26%, es muy superior al resultado que se hubiera obtenido por una coalición de ambos, ya que los sectores refractarios o que rechazan a IU y que votan a Podemos no hubieran asumido dicho pacto. Fue la irrupción de Podemos, agregando a un electorado sociológicamente diverso (sobrepasando las fronteras del electorado tradicional de la izquierda) la que dejó al PP por debajo del 30% en la ciudad y sin posibilidad de volver a reeditar una mayoría electoral suficiente para aspirar a la alcaldía. Ya no hay marcha atrás, a no ser que Podemos no se presente, donde volveríamos al cuadro político anterior.
Un acuerdo entre Podemos e IU (o una versión Ganemos con una IU dentro, ya que un Ganemos sin IU obtendría un muy mal resultado, poco acorde con su nombre) alcanzaría una suma de menos concejales que a la que se accedería con dos candidaturas independientes con perfiles sociológicos y políticos diversos (aunque con algunos denominadores comunes). Esto da un margen de maniobra más fuerte para desgastar al PP y al PSOE, pero también para forzar a IU a cambiar su orientación actual.
En un momento donde las encuestas dan resultados impresionantes a Podemos no parece la mejor opción construir otra marca, Ganemos u otra. Eso desde un punto de vista electoral, pero es menos útil desde el punto de vista político si no incluye una orientación decidida a mantenerse de manera independiente a las políticas del bloque bipartidista. No habrá alternativa política que no pase por haber movilizado bajo la consigna de haber resistido al conjunto de la casta y de sus políticas de austericidio, vengan de donde vengan. La crisis de régimen, del conjunto de instituciones salidas de la no transición del 78, no puede aislarse del impacto de la crisis social. La ausencia de legitimidad democrática de dichas instituciones expresan los anhelos de cambio social de la gente. Por tanto, para una ruptura con dicho régimen es necesario cambiar y confrontarse abiertamente con las políticas dominantes, las aplique quien las aplique.
Cádiz no necesita de candidaturas que nieguen que gran parte del desempleo en la ciudad corresponde a los recortes de la Junta de Andalucía. No se necesitan candidaturas que no tengan claro deshauciar a Teófila de la Alcaldía con las acciones que lo permitan pero que no aspire a cogobernar con el PSOE, dejando atrás los sacrificios de interinas, personal sanitario, administrativas… a los que hemos dado voz, empuje, ilusión.
Podemos puede lograr un resultado magnífico en solitario y puede aspirar a acuerdos para gobernar con IU o fórmulas parecidas si, con una relación de fuerza y con independencia política, es capaz de condicionar las políticas de todos. No hemos hecho este viaje para volver al debate vacío de la unidad, que lleva mordiendo a esta sociedad los últimos 30 años y que siempre llevaba a la política del mal menor. Queremos un debate de unidad con contenidos, para cambiarlo todo, y para eso es necesario que Podemos pueda emplazar y condicionar las políticas de terceros. Ahora tenemos fuerza para hacerlo, estamos en un momento histórico, con la posibilidad de un resultado histórico. Podemos condicionar el debate de la unidad, con el contenido que hemos soñado en los últimos años. No es de extrañar el conjunto de artificios elaborados para atacarnos desde dentro y desde fuera. Sólo reflejan la impotencia de quienes hoy no tienen nada que aportar, más allá de las consignas vacías que en otro tiempo permitían al PSOE absorber el conjunto de votos de las clases populares, pero hoy es Podemos quien ocupa el mayor de los espacios y el PSOE puede presionar menos con los viejos argumentos. Parece que la vieja generación de activistas ha encontrado un puente con la mejor generación de jóvenes, preparados políticamente para asaltar estas instituciones. Los viejos y rancios argumentos ya no son efectivos para parar este Tsunami. Sí se puede. DIARIO Bahía de Cádiz
Bueno es probar iniciativas, sobre todo cuando lo que hay es mala cosa, pero… cuidado! no le estemos haciendo el juego a poder institucional y resulte que estas nuevas alternativas de brotes tiernos, se caigan en la primera helada de la política internacional. Si esto ocurre tendriamos bipartidismo para toda la vida…
Me pregunto si el objetivo debe ser ganar a toda costa, por cualquier medio, aunque se deje por el camino a mucha gente, aunque se abran nuevas y viejas heridas. ¿Para qué? ¿Y después qué?
Me pregunto si ésta no será una oportunidad para construir algo distinto, con nuevas maneras, algo que tiene que ver con la participación ciudadana, la solidaridad y la cooperación entre personas y sectores diversos, ¿se puede llamar «poder popular»?, algo más que una «unidad» retórica.
No creo que este sea el momento de hacer o pasar cuentas por lo que en el pasado no se hizo bien. Todos, incluso Podemos, partimos de cero en un escenario nuevo, inédito.
No se si Podemos, que tiene tantas luces y tantas potencialidades -y tantas cosas, todavía, por demostrar- puede encastillarse en señalar las sombras de los otros para justificar su resistencia a unir sus fuerzas con los que son diferentes.
¿El único camino es disolverse y sumarse a Podemos?¿No suena un pelin prepotente?
En mi opinión, quienes castigaron a IU por su falta de generosidad y por negarse a sumarse a Podemos, pueden mañana castigar a Podemos por su falta de generosidad y por negarse a sumarse a Ganemos.
PODEMOS es un partido político y como tal debe ir a las elecciones ese es lo que esperan los españoles
Suena my extraño que Podemos, una suma de diversidades que pregona los ecosistemas variados, utilice frases como «poder condicionar las políticas de terceros».
Por qué no se habla claro, Podemos Cádiz es un disfraz de Izquierda Anticapitalista -intransigente, inflexible y autoritaria- que quiere imponer su nula capacidad de empatía y diálogo. Presentaos solos, pero tomad vuestro verdadero nombre. No sois Podemos sino unos usurpadores que aprovechan ilusiones de la ciudadanía. En vuestro escrito solo se habla de estrategias electorales, con el mismo lenguaje de intriga, de tácticas y de estrategias que cualquier manipulador maneja.
Esto se pierde, este momento histórico se va al garete porque no se quiere crear un terreno de diálogo, de encuentro. Si creéis que Podemos va a sacar tan buenos resultados yendo solos -una vez que os han identificado como la izquierda impermeable y granítica, es que no habéis entendido la base dialogante de la ciudadanía; el germen solidario y confluyente de Podemos.
Os quedareis solos, diezmados y con la conciencia de haber matado las esperanzas de miles de gaditanos que no pueden seguir aguantando el régimen que padecen.
Debe haber razones que rocen la psicopatología para esta actitud de Izquierda Anticapitalista y sus «líderes», pues a los compañeros de viaje se les acepta con sus errores y con sus manías así como se os aceptarán los vuestros. ¿Cómo podéis decir que Podemos debe obligar a nadie a nada? ¿Qué actitud dictatorial es esa? Todo el escrito es tan chulesco, tan de sobrado que resulta vomitivo y neofascista.