“Hace mucho tiempo en una galaxia muy, muy lejana…”. Así nos sentimos los europeos desde el 20 de enero de 2025 con respecto a los Estados Unidos de América.
En la trilogía original de La Guerra de las Galaxias, Palpatine es el maestro de Darth Vader a la par que malvado Emperador del Imperio Galáctico. En nuestra particular La Guerra de las Falacias, Paltrumpine se cree el emperador del mundo siendo maestro de Darth Muskader, proveedor oficial de vehículos Teslas para el régimen y discípulo más aventajado.
En Europa deberíamos aprender ¡y cuánto antes! de los pingüinos, que mediante comportamientos colaborativos y técnicas de adaptación de índole psicológica consiguen enfrentarse a la adversidad y a un entorno hostil ¡cómo pocos en el planeta! donde la sensación térmica puede llegar, perfectamente, a ser de hasta – 60°C. Estas aves se arriman unas junto a otras para resguardarse del gélido viento y conseguir conservar el calor. Y demuestran un comportamiento solidario difícil de igualar, se van turnando para desplazarse del interior del grupo, donde las condiciones térmicas son más favorables, al exterior del mismo donde hacen de barrera contra el frío a medida que han conseguido algo de calor amparados por el grupo.
En la recientemente oscarizada Flow la cooperación, la solidaridad y el respeto a la diversidad resplandecen con una gama cromática infinita que fluye como el agua durante toda la película ¡Justo lo contrario de lo que pretende Paltrumpine!
El pingüino emperador no solo pasa el largo invierno en pleno hielo, sino que incluso cría durante esta durísima estación. Las hembras solo ponen un huevo que con inmediatez dejan al cuidado del macho al tener que emprender una prolongada expedición de caza que se extenderá, alrededor de, dos meses en el tiempo. Mientras la madre está ausente, el padre se encarga de proteger y mantener caliente a su progenie. Lo que hará conservando el huevo en equilibrio sobre sus patas mientras lo cubre con su piel emplumada, hasta formar un marsupio. A lo largo de los dos meses que dura esta labor de canguro no comen nada y quedan a merced de los elementos antárticos.
La Unión Europea lleva meses a merced de los caprichos de Donald Trump y su chófer particular Elon Musk. El huevo que protege encierra los valores de justicia social que floreció tras la II GM. Tenemos un único huevo y no podemos permitirnos perderlo.
Cuando la hembra regresa, con su estómago repleto de comida para alimentar a su polluelo recién nacido será cuando se produzca el relevo y el macho, tras cumplir con su deber, iniciará el viaje que le ha de llevar al mar en busca de sustento.
EEUU ya no se preocupa por nuestro bienestar, si es que alguna vez realmente lo hizo –me explico, a lo mejor es que sus ambiciones tuvieran como efectos colaterales la mejora de las condiciones de vida en el viejo continente sin que esto fuese un fin en sí mismo para el padre norteamericano– por lo que debemos potenciar la unidad y la autonomía frente a lo que, además, hoy día es una agresión hacia el modelo socioeconómico europeo.
Hay demasiada gente en España que dice que al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, solo le importa Pedro Sánchez y a Trump ¿quién le importa a Trump?
la UE lleva meses a merced de los caprichos de Donald Trump y su chófer particular Elon Musk
Cuando se comete un delito una de las máximas de la investigación es “seguir el rastro del dinero”. Mucho me temo que con los EEUU siempre ha sido así pero que ahora mismo, con la figura que los dirige, aún lo es más. No me hablen de geopolítica, ni de mercado global, ni de consecuencias macro o micro económicas, ni de Agenda 2030, ni de la industria automovilística, ni de la guerra híbrida con China, ni de… ¡Qué también! Pero observen estas cosas como resultados de la auténtica realidad: el interés personal de Donald Trump.
Un hombre de negocios sin escrúpulos, ni ética, ni moral y exceso de egolatría, avaricia y narcisismo ¿en quién creen que piensa en primer lugar? ¿y en último?
Sigamos “el rastro del dinero” ¡Veamos cómo le está yendo a las cuentas de Trump, a sus inversiones en bolsas, especialmente bonos, a sus empresas y seguro, seguro, que veremos claro lo que verdaderamente ocurre!
Nos corresponde comportarnos como pingüinos para defendernos de Paltrumpine en esta La Guerra de las Falacias, que nos ha tocado vivir.
Hay un tema absolutamente serio y complejo que requiere de un posterior y detallado análisis, y es: ¿si la democracia norteamericana funciona cuando ha permitido, y hasta alentado, que quien pretendió dar un golpe de Estado sea quien gobierna el país?
Como dijera Soul Etspes: “Esperar que un sátrapa tenga moral es como intentar que Narciso no desee ver su reflejo en las aguas”. DIARIO Bahía de Cádiz