En estos días en los que la gente de a pie se está preparando para la llegada de la Navidad y las personas creyentes están esperando la venida de Jesús, se supone que todos y todas derrochamos mucho amor. En cambio, lo que se vivió en el pleno ordinario de diciembre fue de todo menos amor, las barbaridades que escuchamos los allí asistentes sobrepasan la barrera de lo políticamente correcto e incorrecto. El discurso de odio que vociferó el representante de Vox, Juan Carlos Sanz, no creo que sea apropiado de un buen cristiano que es de lo que presume. Y el detonante fue algo tan simple y justo como retirar todos los reconocimientos y condecoraciones que tuviese el general golpista Queipo de Llano en nuestra ciudad, entre ellos el ser hijo adoptivo de El Puerto.
Con esta moción lo único que pretendíamos era cumplir con la ley de Memoria Democrática de España y que tanta pupa le ha hecho a la derecha y a la ultraderecha. Sin embargo, a Vox la moción le pareció una cortina de humo, llegando a decir que la ley es impuesta a los españoles por un gobierno sociocomunista, a él le parece antidemocrática ya que la ley es fruto de un gobierno de radicales de izquierda, así es como nos nombra siempre a IU, la verdad que en boca de un fascista suena como un piropo. Hasta se tomó la libertad este señor de insultar a la ministra Yolanda Díaz, ministra, por cierto, que goza de la simpatía del propio Papa Francisco, cabeza de la Iglesia católica.
cómo semejantes personajes pueden representar a nuestra ciudad. Me avergüenza formar parte de una corporación municipal orquestada por un alcalde que permite esta serie de disparates, insultos y discursos de odio con los que parece comulgar
Fue tal cúmulo de disparates que yo no daba crédito a lo que estaba oyendo, comparar a Daniel Ortega con el criminal Queipo de Llano, arremeter contra el poeta universal Rafael Alberti nombrándolo de forma despectiva “el alcalde perpetuo de El Puerto, un señor comunista”. Y, lo último que me podía esperar era acusar a Dolores Ibárruri, la Pasionaria, de asesina, de ella escribió Alberti: “¿Quién no la quiere? No es la hermana, la novia ni la compañera. Es algo más: la clase obrera, madre del sol de la mañana”.
Queipo de Llano en sus locuciones radiofónicas animaría a “violar a esta roja”.
El PP en boca de su portavoz, Javier Bello, le siguió el juego destacando la figura de Pedro Muñoz Seca en detrimento de Rafael Alberti como si de un concurso literario se tratase. Llegó a decir que como él no participó de la Guerra Civil y es hijo de la democracia lo que hay que hacer es superar esa guerra. Vamos que olvidemos lo que pasó en la España del 36, que dejemos de hablar de republicanos y fascistas, eso que se lo digan a los familiares de los asesinados por Queipo de Llano y toda la camarilla. Una vez más hizo gala de su ignorancia supina al querer congraciarse con Vox.
Yo me pregunto cómo semejantes personajes pueden representar a nuestra ciudad. Me avergüenza formar parte de una corporación municipal orquestada por un alcalde que permite esta serie de disparates, insultos y discursos de odio con los que parece comulgar.
Finalmente, la moción salió adelante gracias a la ausencia de David Calleja, seguramente estaría haciendo gala de la Navidad con Amor. DIARIO Bahía de Cádiz