Tuvimos un (último) pleno (en el Ayuntamiento de Jerez) muy desagradable y del que salimos agotados. Lo que fue un posicionamiento claro y nítido por nuestra parte, fue recibido por el PSOE con una virulencia inusual, que se tradujo en ataques personales, desprecio y un discurso de cartón piedra, (esperable por otro lado) por no saber encajar lo que es una realidad palmaria: el PSOE tuvo ayer un fuerte varapalo por no hacer bien su trabajo. Trajeron a pleno una modificación de crédito de más de 3 millones de euros. La queja, en este caso, no era sobre la documentación y los plazos, algo que también ha sido recurrente de un tiempo para acá: “vótame esto que es urgente, aunque el expediente tiene suficientes páginas como para enterrarte en papeles”. El inconveniente en esta ocasión era otro.
Las modificaciones de crédito son una herramienta económica, para cuando un presupuesto se queda “viejo” y necesitas usar el dinero en otra cosa. Se suelen hacer a final de año para “reajustar” cosas que no se han podido hacer y realizar otras. Es decir: en una modificación presupuestaria no se trata sólo de votar a favor o en contra de unos proyectos, sino de quitarle dinero a algo para ponérselo a otra cosa. Es importante saber esto.
La modificación que nos traían adolecía de muchos problemas. El primero y más grave: estaba cocinado como un plato de lentejas. Ni siquiera la votación por puntos solucionaba el problema. Es el gobierno el que ha decidido unilateralmente dónde hay que invertir y de dónde hay que recortar, sin cabida al debate. Lo ha hecho, por ejemplo, a costa de quitarle dinero al mantenimiento de colegios, porque es una “partida antigua no ejecutada” (pero que podrían ejecutar). Es decir; se quita dinero que se iba a destinar a contratar personal para bienestar social, invertir dinero en el Zoológico (que buena falta le hace) o reparar las instalaciones de colegios, para ponerlo en proyectos que el PSOE ha estado vendiendo a los vecinos y vecinas como el que vende la piel de un oso antes de salir de caza.
Que la reparación del acerado de Las Torres o el arreglo del parque de Las Granjas es necesario, eso nadie lo cuestiona; ni siquiera eso es lo que se vota. Lo que ayer el PSOE intentó, en vez de elaborar un presupuesto del 2021 en el que incluir estos gastos, es hacer una operación, rápida y sin anestesia, de mover partidas de unas a otras, sin posibilidad de debatir que, por ejemplo, en vez de quitárselo a los coles, se le pudiera quitar a otras partidas. Y conseguía también algo bastante pernicioso; neutralizar o minimizar los momentos del año en los que necesitan a la oposición para su acción de gobierno. Vía libre. Faltaron cinco minutos después de la votación para tener a los presidentes de las asociaciones de vecinos llamando a nuestra puerta pidiendo explicaciones, muy enfadados por nuestro rechazo. Lo dicho… parece que compraron la piel de un oso que estaba aún sin cazar.
La cuestión además era bastante más grave. La votación se llevó a cabo en unos términos absolutamente surrealistas y bochornosos, del tipo “Votos a favor de dar de comer a los animales del zoo”. Cuando escuchamos a la Alcaldesa plantear la votación así, sabíamos que el nivel del pleno se acaba de ir al infrasuelo con una ridícula e infantil manipulación y tergiversación. No sé como constará en acta, pero es exactamente así como se nos pidió el voto.Con un discurso impostado, e insisto, de cartón piedra del malo, como el relleno de los muebles del Ikea, el PSOE se ha dedicado desde las últimas 24 horas a hacer una campaña pública para echarnos a los vecinos y a la policía encima (una partida estaba pensada para la desinfección de los coches patrulla) y a denostar los contrapesos políticos, intentando hacer creer que nuestro voto en contra responde a dos asuntos: a una respuesta partidista “sin importarnos lo que es bueno para Jerez” y ya, de paso, y aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid, a nuestro “odio y trauma con el PSOE”.
Bueno para Jerez hay muchas cosas. Bueno para Jerez es remodelar la red de autobuses tal y como aprobó el pleno hace meses, también es bueno para Jerez ofrecer espacio gratuito a pymes y autónomos para que se puedan ahorrar el alquiler de sus oficinas y seguir trabajando, también lo es crear la oficina municipal del alquiler para poder bajar su precio medio, que está disparado, ahora que el PSOE está petando el centro de especuladores y empresas con billetaje para terminar de cargárselo como barriada. Hay muchas cosas buenas para Jerez; lo que pasa es que cuando tienes minoría, no puedes imponer tu visión de lo que es y no es bueno para Jerez, ni de lo que es o no urgente, y mucho menos, hacerlo a costa de sacrificar proyectos que también son buenos para Jerez sin ni siquiera discutirlo con el resto de grupos municipales. Porque digo yo que, a los vecinos y vecinas que ahora piden explicaciones, también les resultaría beneficioso que su recibo del agua no incluya sobrecostes innecesarios, que quizás esté inflando Aqualia, o que la red de autobuses funcione medianamente bien (con que funcione ya sería un paso). No hay barrios mejores y barrios peores y echarlos a pelear es algo muy propio de las peores prácticas en los gobiernos municipales: me gano a determinada asociación de vecinos, pero obvio a tal otra que es crítica con mi gestión. Tan viejo como andar p’alante, pero no por ello más conveniente.
Y es que el PSOE lleva seis años gobernando en Jerez. Casi dos en esta legislatura. En los últimos meses hemos visto cómo las partidas presupuestarias (los billetes) que habían negociado con nosotros, se las han gastado en otras cosas que no sabemos cuáles son, pero desde luego en nada de lo que habíamos pactado. Un pacto es “yo hago esto y tu haces esto otro”. El presupuesto de 2020 fue apoyado por nuestros dos votos y, una vez acabó el año, el nivel de frustración se multiplicó por 100 al ver que ni una sola medida de las pactadas había sido puesta en marcha. Ni una sola. Y algunas no hubieran costado ni un solo céntimo a las arcas municipales y otras eran de una simpleza aplastante.
Sin ir más lejos, hoy mismo: un día después del pleno, en la Comisión de Fiscalización de Servicios Públicos Gestionados de forma Indirecta, el PSOE ha vuelto a votar en contra de fiscalizar el contrato que tiene Aqualia con el Ayuntamiento, negándose a instar al gobierno a iniciar un expediente de contratación… Y eso que hay, plasmado en un informe que tienen los partidos políticos, indicios de que está afectando a los recibos del agua de los vecinos y vecinas de forma injusta e ilegítima. También ha hecho lo propio con el de la basura y limpieza viaria, votando en contra. A tanto llega el asunto que han votado en contra de solicitar un listado para saber las privatizaciones que hay en Jerez que “caducan” antes del 2023. Un puñetero listado para saber qué contratos van a vencer. Llevamos un año esperando a que nos den un listado completo de servicios públicos externalizados gestionados por empresas privadas; y no lo pide Adelante, lo pide la mayoría de grupos. Lo pide la Comisión. Llevamos meses esperando a que nos den un listado anonimizado de la plantilla municipal desglosado, para saber con qué recursos humanos cuenta cada delegación y área de servicio… nada; un páramo. Silencio absoluto.
El caso es que, además de los incumplimientos de lo negociado con Adelante Jerez, también ha habido iniciativas propias del PSOE bastante cuestionables. Ayudas “COVID” directas repartidas de forma discrecional, dejando a miles de comerciantes fuera de cualquier posibilidad de recibirlas. Grandilocuentes ayudas “al sector cultural para no dejar a nadie atrás”, que se han convertido en un convenio de varios miles de euros con peñas flamencas, que nos parece muy bien que reciban ayudas, pero que excluye al resto del sector cultural que se está comiendo los mocos. O por ejemplo, la cabezonería al nivel de ‘Escenas de matrimonio’ que han protagonizado PP y PSOE con el Eje Corredera-Esteve, causando un perjuicio innecesario a comerciantes, pymes y autónomos durante meses y que les ha llevado a manifestaciones semanales en la puerta del Ayuntamiento. Un conflicto absolutamente innecesario y evitable, si no llega a ser por el ordeno y mando y el constante desafío que se hacen Ayuntamiento y Junta de Andalucía, del que siempre, siempre, siempre, salimos perdiendo los vecinos y vecinas.
Intentar vincular esto al tema de los asesores es de una cutreza temeraria. Intentar echarnos a los vecinos encima, es una rabieta infantiloide que solo hace ocultar una realidad: la debilidad de un PSOE que no ha sido capaz de recabar ni un solo voto a favor de las modificaciones de crédito que llevó al pleno. Ni uno solo. Que se lo haga mirar porque, a lo mejor, si todos llevan el pie cambiado, el que va regulín es él. A ver cómo pretende sacar a partir de ahora cosas adelante. Suponemos que de dos formas: Apoyándose en la política útil (para las grandes empresas) de Ciudadanos, más dócil que nunca, y por supuesto, a través de la Junta de Gobierno Local, porque allí campan a sus anchas: son a puerta cerrada, no remiten en tiempo las actas y aprovechan para aprobar cosas de tapadillo que fueron previamente rechazadas en el pleno, como la privatización del agua en las ELAs. Todo muy democrático. En su enfado se nos ha acusado de falta de ética, de ser malas personas, de odiar a Jerez, de ser dictatoriales, sectáreos, de hacer esto por intereses personales o, ya desatados del todo, de alabar el régimen de Corea del Norte, por nombrar algunos de los disparates que ayer salieron desde sus tribunas.
Tienen el poder, aunque no la mayoría. Y saben moverse en esos terrenos de lodo y fango. Es su medio natural. Lo maman desde pequeñitos en las Juventudes Socialistas. Supongo que hoy, o quizás mañana, reflexionarán y reconocerán, aunque sea en el más profundo de sus pensamientos, su error. Lo visto hasta ahora es que parece que han abierto la caja de Jumanji y están descontrolados huyendo hacia delante y sin mirar lo que dejan atrás. Y detrás, lo que hay, es un partido rendido a los pies de grandes empresas, que gestionan lo que ellos son incapaces de gestionar y con una capacidad de acción, no solo ejecutiva, sino políticamente, bastante corta.
Creemos que es fácil de entender, y nuestro voto estaba bien claro desde que salimos del despacho donde tuvimos la última conversación con el gobierno. Que vengan al grupo municipal todos los vecinos y vecinas y los policías que quieran, que se lo podemos explicar con todo lujo de detalle y sin ningún problema. Sólo fue mirarnos a la cara y saber qué es exactamente lo que teníamos que hacer. DIARIO Bahía de Cádiz