En el aniversario de la promulgación de la Constitución de 1812, conocida como La Pepa, desde Junta Democrática recordamos su artículo primero, que establecía que “la nación española es la reunión de los españoles de ambos hemisferios”. Un proyecto integrador y unitario que contrasta con la realidad actual, donde la organización territorial divide a los españoles y multiplica la corrupción.
Expertos jurídicos, tanto del ámbito académico como de Junta Democrática, han presentado un análisis de la situación constitucional española, planteando la necesidad de abrir un proceso de libertad constituyente que permita escribir una nueva página en nuestra historia, pendiente desde hace más de dos siglos.
1812: Un hito truncado
La Constitución de 1812 fue el fruto de un pueblo que, por primera vez, asumió su responsabilidad ante el vacío de poder generado por la invasión francesa y la ausencia del monarca. Este temprano despertar al constitucionalismo moderno no se consolidó en los años posteriores, dando lugar a un desarrollo político frágil y epidérmico.
Desde entonces, los cambios constitucionales en España se han dictado “desde arriba”, sin la participación efectiva del pueblo. En 1978, un poder constituido elaboró una constitución, pero solo cuando los poderes se dividen en origen con un acto constituyente se garantiza que la voluntad soberana resida verdaderamente en la nación.
es necesario abrir un periodo de libertad constituyente que permita al pueblo español elegir libremente su forma de gobierno y de Estado
La deuda pendiente: Libertad constituyente
La historia de España ha estado marcada por pactos a puerta cerrada, influencias extranjeras y una exclusión sistemática de la ciudadanía en la definición de su futuro. Hoy, más que nunca, es necesario abrir un periodo de libertad constituyente que permita al pueblo español elegir libremente su forma de gobierno y de Estado.
La sociedad civil tiene ahora la oportunidad de organizarse para escribir esa nueva página en la historia de España, una tarea histórica que quedó pendiente y que fue usurpada por intereses ajenos a los de la nación.
Un llamamiento a la acción
Desde Junta Democrática, hacemos un llamamiento a la ciudadanía, a los movimientos sociales y a las organizaciones políticas para que trabajen juntos en la construcción de un proceso constituyente verdaderamente democrático. Es hora de recuperar la soberanía popular y garantizar que la voluntad del pueblo sea el eje central de nuestra convivencia.
La libertad constituyente no es solo un derecho, es una deuda histórica que debemos saldar para construir un futuro en el que la justicia, la igualdad y la democracia sean realidades tangibles. DIARIO Bahía de Cádiz