Gestionar los jardines y zonas verdes de Puerto Real en estos cuatro años de mandato que acaba de finalizar no ha sido nada fácil. Sin embargo, este servicio se ha dejado al futuro Gobierno en condiciones mucho mejores que lo que se encontraron los dos gobiernos anteriores. A su llegada en 2011, el PA se encontró con una empresa que había abandonado el servicio por falta de pagos y las hierbas proliferando sin control por toda la ciudad. A la llegada de Equo a Medio Ambiente en 2015, más de lo mismo, la situación de desorganización era considerable. Prácticamente no había coordinación entre el Área de Medio Ambiente del Ayuntamiento y la empresa pública GEN y se contaba con una encomienda a esta empresa pública claramente deficitaria que no cubría todas las necesidades. Sirva de ejemplo que la nueva zona ajardinada del soterramiento no estaba asignada a ningún servicio municipal ni empresa externa. ¿En qué cabeza cabe que llegues a un área del Ayuntamiento y te digan que una zona central del municipio no es responsabilidad de nadie? Pues cuestiones como esas nos encontramos al llegar.
La situación actual es que la semana antes de las elecciones, después de mucho trabajo de organización y de un complicado expediente que ha tardado dos años en ver la luz, se ha aprobado la transferencia completa del servicio de jardinería a la empresa pública GEN. Esto ha supuesto un aumento importante en la dotación para el mantenimiento de jardines, concretamente 352.000 euros al año, con la asunción por parte de la empresa pública de todos las zonas verdes de la ciudad. Y antes de mi marcha quedó programada todas las labores de jardinería necesarias en el municipio para el presente año 2019. El trabajo está bien encarrilado para el que venga.
Pero el mencionado aumento presupuestario, siendo el hito más importante de la legislatura en materia de jardines, no ha sido el único avance. La falta de coordinación entre Medio Ambiente y GEN se corrigió al poco de nuestra llegada planteando reuniones semanales de coordinación entre los responsables de ambos entes, para optimizar en lo posible los escasos recursos con los que se contaban. Y también se fueron aplicando mejoras para la lucha contra la proliferación de hierbas, cuestión en la que profundizaré más abajo cuando hable del glifosato.
Además, actualmente se están acometiendo podas y limpieza de bordes de carreteras y entradas a la ciudad que habían sido programadas desde hace tiempo, en el marco de un programa que incluye todo el presente año 2019. De hecho, aunque ya se está podando alguna palmera que molesta al paso, entre finales de agosto y principios de septiembre está prevista la poda de todas las palmeras del municipio. En esta fecha para evitar la caída de dátiles que genera mucha suciedad. Actuación de una envergadura que no recuerdo si alguna vez se ha hecho antes en Puerto Real.
También están contempladas en la planificación reparaciones en el sistema de riego y mejoras en la eficiencia hídrica. Así como actuaciones en los alcorques para evitar proliferación de hierbas y un plan de mejora del arbolado urbano, con retirada de especies enfermas o inadecuadas y sustitución por especies autóctonas y que eviten problemas en el futuro. Cuestión que hasta ahora no se había tenido en cuenta en muchos casos.
El glifosato
No queremos tampoco huir de la autocrítica. Ha sido muy difícil controlar las hierbas en nuestra ciudad. A las carencias de medios y falta de organización inicial se le sumó que decidimos prescindir del uso del glifosato, producto probablemente cancerígeno según la OMS, para la eliminación de las “malas” hierbas. Esto provocó que el control de estas hierbas fuera muy complicado. Fue una decisión polémica pero optamos por anteponer la salud de la ciudadanía a la imagen. Simplemente porque no hay nada más importante. Y lo hicimos conscientes de que políticamente nos perjudicaba. Y probablemente nos ha perjudicado en estas últimas elecciones. Y aún así volveríamos a hacerlo. Porque no nos metimos en política para jugar con la salud de las personas. Hay que aplicar el principio de precaución siempre y si en un futuro se empieza a relacionar de forma clara el Glifosato con enfermedades graves desde Equo podremos decir que hicimos lo que estuvo en nuestras manos para proteger a la gente.
No quiere decir ello que renunciáramos al control de estas hierbas, de hecho desde el verano de 2018 hay una cuadrilla permanente dedicada a ello y se ha dotado a los barrenderos de minidesbrozadoras. Además se ha contratado a una veintena de personas desde GEN. Dicho sea de paso a través de una bolsa de empleo regida por un procedimiento justo y transparente para la contratación de personal. Erradicando el histórico enchufismo que caracterizaba a la empresa pública.
Pero al margen de los esfuerzos que se puedan hacer, pedimos a la ciudadanía que tenga paciencia y apertura de miras a la hora de enfocar el asunto de las “malas” hierbas. Al fin y al cabo, las hierbas no son basura. Y todo ello lo decimos poniendo las esperanzas en que el actual Gobierno no caiga en la tentación de volver a usar el mencionado veneno. Ya que aunque el PSOE manifestó en debates de campaña que no pensaba usarlo, visto lo ocurrido en la investidura nos fiamos bien poco de su palabra. Esperamos que al menos en esto si cumplan.
En resumen, cabe decir que a pesar de lo complicado del punto de partida se ha encauzado el servicio de manera exitosa, aunque los verdaderos resultados estén por llegar y no se hayan podido apreciar al 100% en el mandado que acaba de terminar. Quien entre va a parecer que ha hecho un milagro con los jardines. Pero los milagros no existen. El trabajo lo hemos hecho desde el área de Medio Ambiente y desde GEN, con enorme esfuerzo del personal que he tenido el privilegio de dirigir. El trabajo lo hemos hecho desde Equo. DIARIO Bahía de Cádiz