Estaba en Cádiz cuando un amigo común me comunicó por teléfono que Pepe Rodríguez Carrión había muerto. La causa, infarto. Un gran impacto. Me vienen recuerdos de lo excelente persona que era y lo bien que se portó con nosotros (AxSí) siempre que lo necesitamos a pesar de ser novatos en política, pero nunca nos faltó ni su consejo ni su ánimo.
Por ello, sus compañeros andalucitas, último reducto del andalucismo, queremos escribirle unas letras con motivo de su muerte, que será nuestro mejor homenaje, en estos tiempos que hasta las despedidas tienen limitado el aforo. Pensamos que hoy nos deja uno de esos andalucistas que hay en cada pueblo y en cada ciudad de Andalucía que han vivido y viven por y para los demás. Un andaluz político que basaba su ideología en el humanismo, una persona íntegra y un ser afable. Ayer nos dejó un profesor a la altura de Chacón, Blas Infantes o de Luis Uruñuela. Uno de tantos andaluces que viven de manera honesta con sus principios, que pasan por la política soñando en alcanzar, en este caso, un Jerez mejor y una Andalucía más grande.
La verdad que pienso que Pepe fue uno de esos políticos con “mayúsculas” y que muchos tenemos como referente. De hecho, cuando confronto con alguien que piensa que todos los políticos somos iguales y que sólo buscamos… los corto y les digo que eso no es cierto, que conozco a muchos políticos honrados que buscan el bien común. Cuando esas palabras salen de mi boca inmediatamente a mi mente llega el recuerdo de Pepe Carrión, de Blas Infantes, de Antonio Chacón, de Jaime Núñez… y de tantos y tantos, políticos anónimos, que han dejado parte de su vida por mejorar la situación de nuestros pueblos y ciudades.
Pepe Carrión (todo el mundo cuando se refiere a él omitía el Rodríguez) era de ese tipo de persona trabajadora incansable, que caía bien a todo el mundo, compañero y cómplice de Covadonga, amigo de sus amigos y, quizás lo más difícil, persona respetada y querida por sus contrarios políticos. Muchos de nosotros no podemos creer que Pepe nos haya dejado así, sin más, tal y como hizo las cosas en política, se fue, sin hacer ruido. Estamos seguros que muchos compañeros de la corporación política o militantes de cualquier partido que lo conociera, tendrá hoy ese sentimiento de haber perdido a un amigo. Aunque, seguramente, a él le gustaría más que lo recordásemos no tanto por sus virtudes personales, que también, sino por su producción científica y por su trabajo para mejorar la sociedad “Apuntes para una bibliografía del jerezano Alvar Núñez Cabeza de vaca”, “Estudio social de Jerez y estudio social de la zona sur” “La historia de la Virgen del Socorro”… entre otras.
Pepe formó parte de un grupo selecto de personas que lideraron el gran cambio y crecimiento de Jerez de finales del siglo XX que junto con otros tantos como él (la vieja guardia del andalucismo)… entraron en la política local con el único fin de mejorar la forma de vida de los jerezanos.
Eso es lo que nos gustaría transmitir de Pepe Carrión con motivo de su muerte; que era un hombre que ha dejado huella como político, que se dedicó a buscar el bien colectivo por encima del individual. Un señor de los pies a la cabeza, un andalucista de pro, de los que dignifican la cosa pública y de los que ahora, precisamente cuando él se ha ido estamos más necesitados que nunca. Nos gustaría finalizar con una de sus últimas colaboraciones en prensa, la cual la hacemos nuestra, ya que nunca sus citas nos dejaban indiferente.
“Es hora de que quienes no aporten nada de valor se retiren y dejen trabajar a quienes quieran hacerlo. Es hora de que nuestros munícipes, se dejen de hostias y se dediquen a Jerez.
A mejorar nuestra ciudad en lo que se pueda. Es hora de dejar la politiquilla y arremangarse… ¡Por Jerez!”.
A Covadonga, su gran apoyo y su compañera de vida les damos nuestro más sentido pésame, y aquí estamos para lo que se le ofrezca, porque ella, también a su vez, ha sido compañera y amiga nuestra.
DEP. DIARIO Bahía de Cádiz