“Y ahora ves lo que pasó… al pasar de los años, el tremendo cansancio que provoco ya en ti…”. Estas magnificas frases de ‘Para vivir’ del cantante cubano, me viene a la memoria con la caída, de nuevo, de otra rama de uno de los ficus centenarios del Mora. Una más, en la desidia del cuidado de esta ciudad por cansina y determinadamente estéril.
Al igual que pasó en la misma rama hace dos años y pico, o al igual que pasó antes con el Drago del Tinte. No nos damos cuenta de lo insensibles que nos volvemos permitiendo que nuestro patrimonio, en este caso vegetal, vaya desmembrándose poco a poco, por una sencilla cuestión de falta de atención, apuntalamiento y mantenimiento. Tan solo haberla recostado en la almohadilla de neopreno separada de presión en la anterior caída.
Lo hemos denunciado varias veces a los responsables de jardines del Ayuntamiento cuando cuidábamos de los edificios de la Universidad de Cádiz. El Sr. Alcalde, incluso hace poco tiempo, ya tuvo el traslado de mi inquietud por resolver el cuidado de estas ramas, cuyos arbustos se sembraron en 1903, en la culminación del Hospital Provincial, pagado hasta en sus jeringuillas por Moreno de Mora. Nadie los cuida adecuadamente, aunque los admira, siendo sus articuladas formas, las mejores bóvedas verdiazules que enmarcan nuestra Caleta desde la Facultad.
Aun así hay que dar gracias a Dios. Son tan sabios los viejos gemelos que se va cayendo trecho a trecho, y sabe hacerlo sin dañar a nadie,… por ahora.
Por favor seamos cuidadosos con nuestros monumentos, ahora vegetales mayores. Ellos necesitan ayudas y colocarles bien unas nuevas muletas o sistema de ayudas más adecuadas y artísticas, que esos tubos de alcantarillado o perfiles laminados de indudable fealdad.
Y hay que seguir como dice la canción de Milanés: “… y aunque es penoso lo tienes que decir…”.
Salud. DIARIO Bahía de Cádiz