No hay “tecla” que se toque en El Puerto que no suene mal o, peor aún, que no haga saltar por los aires algún asunto. Al parecer en este gobierno, ninguno de sus miembros tiene idea de cómo resolver los conflictos propios que se originan en un ayuntamiento. Ya pasó con la policía, los socorristas, los funcionarios, las asociaciones, etc.
Ahora le ha tocado el turno al servicio de limpieza y recogida de basura. El comité de empresa ha convocado una huelga que se ha iniciado este pasado viernes y el responsable del área de medioambiente, Millán Alegre, no ha querido mediar entre las partes.
Sobre el tema de la huelga de basura está claro que todo el mundo tiene una opinión, y algunos se fijan más en el tema de los “privilegios” de los trabajadores, la famosa lista para entrar a trabajar. Pero sin entrar en ese debate, no porque sea menos importante, que lo es, pero que necesitaría de un capítulo aparte para entender el histórico y de porqué ese acuerdo recogido por cierto en convenio colectivo, lo que implica que lo contenido en el mismo es de obligado cumplimiento entre las partes. Tal acuerdo gustará más o menos, nos resultará justo o no, pero es una cláusula que tanto trabajadores como empresa están obligados a respetar. Si se quiere cambiar esta disposición legal, necesitará de la vía del dialogo y sensatez para articular otras fórmulas que vayan en beneficio de todos. Este cambio en el sistema de contrataciones abriría otro encendido debate ¿Sería el Ayuntamiento el que indicase quien debe contratarse?
Pero esta vez, centremos la atención en el segundo punto de los motivos que llevan a la huelga: la maquinaria que no funciona, o su carencia de ella recogida en el contrato de la concesión. Este motivo seria lo suficiente importante, no solo para que la plantilla se ponga en huelga, sino para que todos los portuenses saliéramos a la calle a exigírselo al gobierno de Beardo.
Según fuentes del comité de empresa, de 11 camiones laterales solo sale 1 ó 2; de 4 cubas, solo trabaja 1; de 12 motocarros, solo funcionan 4; de 4 hidro-limpiadoras, no funciona ninguna; y de 40 bicicletas, solo 6. Podríamos seguir describiendo el mal estado y las averías constantes de los que sí funcionan. Por su parte, Millán Alegre no ha aportado prueba alguna de que contradiga que todos los servicios y maquinaria se están prestando en su integridad.
El dinero de nuestros impuestos con el que se paga a la empresa para tener esa infraestructura, ¿a qué se destina realmente? Apliquemos la lógica de proposiciones: 1º, los ciudadanos pagamos al ayuntamiento por un servicio de limpieza; 2º, el Ayuntamiento contrata y paga a la empresa externa para que dé el servicio (unos 13 millones de euros al año o aproximadamente 35.000 €/día); y 3º, la empresa incumple las condiciones en contrato respecto a la maquinaria.
¿Quién debería pedir explicaciones a la empresa? ¿los trabajadores? ¿los ciudadanos, que pagamos el servicio? Realmente quien debe fiscalizar que el contrato se cumple en su integridad debería ser el responsable del área, el Sr. Millán. Sin embargo, todo lo contrario, no solo lo consiente sino que se ha alzado como portavoz de la empresa concesionaria. Si lo pensamos detenidamente, si Millán no ha sido capaz ni de tener la contrata de limpieza en vigor, recordemos que el contrato esta caducado y se realiza en precario, ¿Cómo va a levantar la voz en este conflicto para defender los intereses generales de los portuenses?
Señor Millán y señor Beardo, váyanse ustedes, pero a un cursillo intensivo de resolución de conflictos, a ver si pueden hacer algo positivo, antes de terminar de hundir a la ciudad. Todos pagamos la basura al Ayuntamiento al igual que a los miembros de este gobierno. Por lo tanto, son ustedes los responsables de resolver esta huelga. DIARIO Bahía de Cádiz