Que un diputado nacional venga a defender los intereses de su partido en El Puerto, se ha convertido en una práctica habitual. Este recurso, lejos de ser enriquecedor, denota una muestra más de la nociva jerarquización de los partidos nacionales y pone en evidencia la falta de autonomía de los políticos locales, que tienen que obedecer las instrucciones de sus respectivas ejecutivas, en Madrid y Sevilla, por encima de los intereses generales de los portuenses. Una actitud reprochable a la que nos tienen acostumbrada los partidos nacionales y los “políticos de carrera”.
Pero, cuestión aparte, es que hagan el ridículo de manera estrepitosa, como le sucedió al vicesecretario de Política Territorial del PP y diputado nacional, Antonio González Terol, este pasado domingo con unas declaraciones bochornosas que evidenciaban, sin saberlo, la nefasta gestión de Beardo.
El diputado nacional, ni corto ni perezoso, calificó a Germán Beardo como “el mejor alcalde de la historia de la ciudad”. Esta declaración, por sí sola, ya podría catalogarse como un buen chiste, pero si encima para apoyar su tesis alude a dos “grandes argumentos y proezas” de Beardo: el arreglo de una acera en frente de un colegio (por cierto, competencia de Curro Martínez, concejal de Cs y no del PP por ahora); y a “la nueva RPT”. Entonces, es cuando las declaraciones de González Terol se convierten en el chiste del mandato de Beardo.
La RPT, a la que hace referencia, es la Relación de Puestos de Trabajo. Un documento importantísimo que actualmente necesita una modificación integral para recobrar el buen funcionamiento de la administración local. ¿Ha realizado Beardo dicha modificación integral? La respuesta es No. El equipo de Gobierno ha sacado adelante una modificación puntual, que fue preparada y negociada por el anterior equipo de Gobierno. O sea, González Terol califica a Beardo como el mejor alcalde de la historia por aprobar un expediente menor que el anterior gobierno “socialcomunista” dejó preparado. Así de ridícula fue la rueda de prensa. Esto es lo que pasa cuando vienes a El Puerto solo a ver los toros en el burladero del Ayuntamiento y no a preocuparte realmente por la ciudad.
Paralelamente a este estridente ridículo, es muy llamativa la doble agenda de Germán Beardo. Ya en la campaña del 19, ante los pésimos resultados del PP nacional, vimos como intentó ocultar a los portuenses el logo del PP. Una cuestión de estrategia que le fue aparentemente bien. Una vez alcanzada la Alcaldía, comenzó a dedicarse a escalar dentro del partido, llegando a alcanzar el puesto de la secretaria general provincial del Partido Popular de Cádiz cuando su máxima aspiración era la presidencia, un asunto vergonzoso que ha tratado de esconder.
Así es, aunque muchos lo desconozcáis, Germán Beardo lleva doble agenda. Por un lado, las famosas fotos y publicaciones populistas donde trata de engañar a los portuenses con una supuesta gestión que no llega. Y por otro, donde realiza las labores de secretario general del PP de Cádiz. Con una gran diferencia, estas labores las oculta en sus redes sociales y, en lo posible, en los medios de comunicación local.
Cuando creemos que Beardo anda “desaparecido”, no es porque se avergüence de no tener presupuestos, policías o socorristas, o que esta semana en El Puerto hayamos superado los 1.000 casos de incidencia acumulada. Beardo “desaparece” porque está trabajando para el Partido Popular, labores que podemos comprobar accediendo a las redes sociales del PP provincial o las de otros pueblos de Cádiz, ya que en las suyas las oculta.
En esta tribuna, no tengo intención de indagar en cuestiones técnicas o en la nula gestión de Beardo. Mi propósito es que los portuenses reflexionen sobre las diferentes maneras de hacer política. Existe una alternativa a las marcas nacionales y a las órdenes impuestas de los partidos nacionales. En mi caso, tomé esa alternativa. La de luchar realmente por los intereses generales de El Puerto y el bienestar de los portuenses, apostando por El Puerto y los portuenses a través del municipalismo, instrumento político que en Unión Portuense llevamos por bandera y no por un partido nacional que solo le interesan sus intereses partidistas.
Vine a la política para intentar mejorar las cosas y reconozco que he podido cometer errores de los que he aprendido, pero nunca encontraran en mi a un político de la desfachatez de González Terol o Beardo. DIARIO Bahía de Cádiz