Desde hace 30 años, cada 3 de mayo, se conmemora en todo el mundo el Día de la Libertad de Prensa. Se trata de un día señalado por la Unesco para evaluar el estado de la libertad de prensa a nivel mundial, homenajear a los profesionales que han perdido la vida o han sido privados de la libertad en el ejercicio de su labor informativa y recordar a los gobiernos que deben respetar su compromiso con la libertad de prensa.
El Día de la Libertad de Prensa no es ni debe entenderse como una conmemoración exclusiva de periodistas y medios de comunicación. Es, sobre todo, una fecha que involucra a toda la sociedad. Porque la libertad de prensa, la libertad de periodistas y medios de comunicación de investigar, informar y opinar sobre asuntos de interés público sin la interferencia de gobiernos, corporaciones ni otras estructuras de poder, es vital para la salud democrática de la sociedad. Una sociedad informada puede tomar decisiones informadas. Ya se dieron cuenta de ello los diputados doceañistas cuando en 1810, desde Andalucía, proclamaron la primera norma que abría las puertas a la Libertad de Prensa en lengua española..
la libertad de prensa, la libertad de periodistas y medios de comunicación de investigar, informar y opinar sobre asuntos de interés público sin la interferencia de gobiernos, corporaciones ni otras estructuras de poder, es vital para la salud democrática de la sociedad
Es por ello que este 3 de mayo el Colegio Profesional de Periodistas de Andalucía (CPPA) pone el acento en la urgencia de regular legalmente el secreto profesional que recoge nuestra Constitución y, al mismo tiempo, aboga por la creación del Consejo General de Periodistas, un órgano estatal que sirva de interlocutor ante las diferentes iniciativas que involucren o afecten a los derechos de los profesionales de la comunicación. Ambas iniciativas corresponden al Congreso de los Diputados, de ahí que, en un año electoral, el CPPA quiera recabar el compromiso de las distintas formaciones políticas para poner fin a esta laguna en la regulación de un derecho consagrado en nuestra Constitución. Esperamos que ambas pretensiones sean pronto una realidad y sumar así méritos a la candidatura que estamos promoviendo para convertir a San Fernando en la primera sede española en acoger un Congreso Mundial de Libertad de Prensa de la Unesco.
Es importante recordar e insistir en que existe consenso político, desde hace muchos años, a la hora de abordar ambos asuntos. Pero ese consenso de momento no se traduce en hechos, en una legislación que permita contar tanto a profesionales como a fuentes de información con seguridad jurídica en la labor de investigar e informar sobre asuntos públicos de relevancia.
Se trata de una limitación que condiciona aún más el ejercicio de la profesión periodística, acuciado en los últimos tiempos por males como el intrusismo profesional, las fake news, la precariedad laboral o la injerencia de poderes fácticos, bien a través de la publicidad o con denuncias que en la mayoría de los casos terminan archivadas pero que tienen la intención de intimidar a medios y profesionales de la información con procedimientos judiciales.
La organización Reporteros sin Fronteras, que este 3 de mayo, invitada por nuestro Colegio, está en Andalucía presentando su clasificación de libertad de prensa en el mundo, ha denunciado recientemente el auge de los litigios abusivos contra medios en España y ha pedido una legislación protectora, una denuncia y preocupación que comparten el Colegio Profesional de Periodistas de Andalucía y la Red de Colegios Profesionales de España.
En un día señalado para alertar y denunciar las vulneraciones a la Libertad de Prensa, aprovechamos para mostrar nuestra solidaridad con profesionales de la información que cubren conflictos armados como la guerra de Ucrania. Hay un dato que merece una reflexión desde los medios de comunicación: la mitad de reporteras y reporteros españoles que están contando el conflicto en los medios son autónomos. Esto significa que no tienen el respaldo expreso de una cabecera ni desde el punto de vista económico ni desde el punto de vista de la seguridad.