Recientemente hemos podido disfrutar del avistamiento de delfines en Sancti Petri, ejemplo del enclave privilegiado en el que vivimos, de su biodiversidad y belleza. Prácticamente a la vez, Podemos Chiclana denunciaba el vertido de residuos en el poblado de Sancti Petri por la limpieza de materiales del Concert Music Festival; vertidos que, previsiblemente, acabarán en el caño y en el mar. No será hoy, no será mañana, pero algún día pagaremos por estas agresiones contra el medio ambiente. Lo peor de todo es que, una vez más, se destruye la riqueza común por el interés de unos pocos.
Hace escasos días podíamos ver también la noticia de que elegían al citado evento como “Mejor Festival de España” según La Razón en sus VIII Premios Turismo donde se premian a hoteles, resorts de golf y todo lo relacionado con el turismo de lujo. La Razón pertenece al Grupo Planeta que también participa mayoritariamente en Atresmedia; junto Mediaset, que es productora del Concert Music Festival, ya tenemos a dos de los tres grandes conglomerados de los medios de comunicación de este país juntos en este proyecto. Dicho todo esto, esta elección carece de cualquier legitimidad sin saber las bases ni los criterios. Se trata básicamente de autopromoción gratuita y totalmente carente de un mínimo de decoro o seriedad. Disfrazar, como es costumbre últimamente, la publicidad de noticia.
Sin embargo, lo que hay detrás del Concert Music es una falta total de transparencia (aún estamos esperando para ver la autorización por parte de Costas y Junta de Andalucía, pues el poblado a día de hoy solo tiene permiso para uso almadrabero), contaminación del medio ambiente (el ejemplo anterior más la contaminación acústica y la relacionado con meter a miles de personas en este espacio) y la usurpación del patrimonio del pueblo de Chiclana por el lucro de unos cuantos. Esto no es nuevo, nada más lejos de la realidad: la nueva urbanización de 206 chalets de lujo y toda la construcción en primera línea de playa durante años responde a la misma lógica. Más allá del coste de las entradas y del perfil del “festival”, el verdadero clasismo de todo el asunto radica en que se regala lo de todas, lo de las clases populares, los bienes comunes; para los ricos, para la burguesía, para su más absoluta explotación .
El servilismo del señor Román y del Partido (no desde hace mucho) Socialista a grandes productoras, mastodontes empresariales, inmobiliarias y hoteleras es evidente; pero eso ya lo sabíamos. El PSOE, con cuarenta años de gobierno prácticamente ininterrumpido en Chiclana, ha sido muy muy amigo de los capitalistas y ha hecho muy muy poco socialismo. La pregunta real es “¿qué va a hacer el nuevo delegado de Medio Ambiente, Roberto Palmero, de Izquierda Unida y del Partido Comunista de España frente a todo esto?”.
Porque con todo lo expuesto queda claro que defender Sancti Petri, nuestros pinares y el resto de nuestra riqueza natural también es lucha de clases. Y toca elegir bando y trinchera. DIARIO Bahía de Cádiz