El mercado laboral sigue siendo unos de los pilares fundamentales en el que se sustenta el sistema capitalista en el estado español, que como si de una ETT se tratase, gestionan gobierno, patronal, banca y sus sindicatos cómplices subvencionados (CCOO y UGT), ellos son los que nos marcan las directrices de cómo, cuál y en qué condiciones podemos acceder a un empleo.
Para todos los gobiernos, desde la mal llamada transición hasta nuestros días, el mercado laboral sigue significando el control de las clases trabajadoras y sus condiciones laborales bajo unas normas que nos imponen los oligopolios financieros del régimen, para que sigamos por la senda del orden establecido por el sistema capitalista. Eso que llaman paz social y que para nosotras/os es el orden social, el atado y bien atado.
Por eso la precariedad laboral, es una condición innegociable para ellos, sin ella el sistema actual quebraría. Porque si nuestros salarios, condiciones de vida y el establecimiento de la Renta Básica de las Iguales nos permitieran vivir dignamente, trabajar y crecer personalmente para compartir nuestros conocimientos, tener tiempo libre y organizarnos, saltarían las costuras del régimen y con ello sus privilegios.
El salario medio en Andalucía es de 1.558 euros según los últimos datos del año 2021. Un 11% más bajo que la media del estado. A partir de estos datos analizamos desde una visión del mercado laboral más precarizado, que significa ese salario y las condiciones que hay detrás.
No solo los sindicatos del régimen sino también otros corporativistas y no, que los imitan, realizan su labor antisindical en centros de trabajos públicos o privados con unas características muy comunes, en los que un número elevado de trabajadores/as y empresas con grandes beneficios y multinacionales parecieran vivir en una isla dentro del desierto de la precariedad. Pero el mercado va mucho más allá y las condiciones reales de la mayoría nada tienen que ver con los convenios reguladores de condiciones laborales, económicas y de empleo de esas grandes corporaciones.
para todos los gobiernos el mercado laboral sigue significando el control de las clases trabajadoras y sus condiciones laborales bajo unas normas que nos imponen los oligopolios financieros del régimen
Es fácil encontrar situaciones con nóminas que se firman con un salario superior al que se percibe, vacaciones reconocidas que ni se disfrutan ni se cobran, kilometrajes que no se abona y horas a destajo que no aparecen pero que se trabajan. Condiciones que nos ahogan y nos hacen malvivir en un mercado que negocian sin preguntar a las trabajadoras/es afectados/as.
¿Sabéis que hay miles de personas que no van a disfrutar de ningún día de vacaciones aunque les pertenezcan? ¿Sabéis que miles de trabajadores/as no tienen pagas extras? ¿Sabéis qué miles de personas trabajadoras con un contrato “indefinido”, mañana entrarán por la puerta de sus casas con la noticia de que vuelven a estar en paro? Y cuántos trabajadores y trabajadoras van al tajo sin contrato, intentando sobrevivir juntando el desempleo y ese salario que consiguen trabajando en los cuidados, el campo, etc.? ¿Quiénes no conocéis por nuestra ancha y basta Andalucía a trabajadores/as que solo cotizan horas sueltas, temporadas, o que de encontrar un trabajo relativamente estable, nunca van a disfrutar de los derechos básicos laborales?
¿CÓMO PODEMOS DARLE SOLUCIÓN A ESTOS PROBLEMAS?
Llegados a este punto os preguntareis cómo podemos darle solución a estos problemas de la mayor parte de la clase trabajadora. Desde CGT Andalucía, Ceuta y Melilla lo tenemos claro, lo primero es organizarse en sindicatos de clase, combativos y rebeldes que no firmen sentencias de muertes laborales por obediencia al poder, ni EREs por intereses económicos patronales. También es importante no solo organizarnos en los grandes centros de trabajo donde podemos conseguir representación sindical, si no que nuestros márgenes de actuación como sindicato tienen que sobrepasar esos espacios laborales para poder zambullirnos en la realidad laboral que se vive en determinados sectores muy precarizados y atomizados.
algo fundamental es hablarle a los trabajadores de tú a tú, en términos coloquiales y con la retórica de 2022 y no como si estuviéramos en los años de las grandes fábricas o en la sociedad sindicalista que conquistó el campo andaluz
Nuestra organización tiene claro que solo con un análisis real y pragmático de las dificultades laborales de una sociedad cada vez más individualista, podremos hacer frente a un sistema capitalista que asume las demandas sindicales para mantener la soledad laboral por encima de la colectivización de las clases populares. Por ello tenemos que apostar por esa red humana que conquiste derechos para todas, y todo esto pasa por mantenernos firmes como sindicato de clase y combativo que aspiramos a una sociedad sin clases. Desde lo colectivo, desde lo común y desde el control de los medios de producción.
Algo fundamental es hablarle a los trabajadores de tú a tú, en términos coloquiales y con la retórica del año 2022 y no como si estuviéramos en los años de la organización obrera en las grandes fábricas o en la sociedad sindicalista que conquistó el campo andaluz. Hoy ni existen esas grandes fábricas ni el trabajo en el campo se reparte en las plazas de los pueblos, si no con empresas de servicios (prestadoras de mano de obra cuasi esclava) que mueven a los jornaleros por toda Andalucía, Europa, África y ahora incluso con trabajadores y trabajadoras de América del sur
Mientras no cambiemos las relaciones laborales y el modelo de negociación colectiva, mientras no se erradique la temporalidad y la precariedad en su conjunto, no vamos a tener una sociedad capaz de generar ilusión y garantías de una vida digna. Y eso solo lo vamos a conseguir si derrotamos al régimen y derribamos ese pilar fundamental como es el mercado laboral tal y como lo conocemos ahora. Porque el mercado se construye con la oferta y la demanda y la libertad no entiende de mercado si no de derechos y de justicia social. Por eso en CGT Andalucía, Ceuta y Melilla no mendigamos derechos, los conquistamos.