Hace unos días asistíamos atónitas a unas declaraciones en redes sociales de David Calleja obligándonos a emitir esta nota de prensa para denunciar la gravedad del mensaje del quinto teniente de alcalde y concejal de Comercio y Hostelería, Cultura, Fiestas y Patrimonio Histórico de El Puerto de Santa María. ¡Ahí es nada! Y es que el Sr. Calleja sabe mucho de montaje de cabalgatas y de la organización de eventos varios, pero suspende en material de igualdad, al negar la violencia machista y banalizar sobre el hecho de que sólo en España, y según las cifras oficiales, se ha asesinado en lo que va de año, y sólo en el ámbito de la pareja, a 38 mujeres. ¡No se puede ser más irresponsable!
Y no sólo se hace eco del discurso negacionista de la ultraderecha, sino que, además, acusa a las mujeres de mentir de manera intencionada para perjudicar a sus parejas, el ‘mantra’ completo que asegura el discurso de la manipulación para confundir a la población y ponerla en contra de todos los avances conseguidos en materia de igualdad, producto de una lucha sin cuartel que el movimiento feminista ha emprendido desde hace unos años y que tanto molesta a los ‘señoros’ y señoras de la derecha política de este y todos los lugares del planeta.
Pasamos a reproducir un extracto de lo más significativo:
“Yo estoy en contra de la violencia en cualquier tipo de género, de ámbito y de lo que sea, pero no de la violencia femenina [hacia la mujer quiere decir], porque también los hombres, también pueden sufrir violencia…realmente con las leyes de protección muchas veces, hay gente que, por desgracia de acuerdo, pues utiliza muchísimo ¿no? el factor de la violencia…no me gusta cuando dicen siempre lo de que los que pegan son los hombres, porque eso no es cierto… hay mujeres que se aprovechan a lo mejor de decir ¿no? por cuestiones personales, por celos, porque evidentemente no les va bien… porque evidentemente eso creo que es algo que hemos vivido todo el mundo”.
Al mismo tiempo que el Sr. Calleja hace estas nefastas declaraciones (tanto por su contenido, como por las carencias lingüísticas con las que se manifiesta), Germán Beardo, el alcalde de la ciudad, convoca un acto animando a la población escolar a acompañarlo en manifestación por las calles portuenses el mismo día en que se conmemora la erradicación de las violencias que el mismísimo concejal de Fiestas niega, convirtiendo a esta convocatoria estudiantil en toda una pantomima que el Sr. alcalde aprovecha para darse un baño de muchedumbre que posteriormente utilizará, como hace siempre, para su propaganda política particular.
con tanta “fiesta pijama” al Sr. Calleja se le olvida que es un servidor público y debe pensar el alcance de sus declaraciones
Desde la Asamblea Feminista Las Tres Rosas denunciamos el peligro que suponen este tipo de declaraciones al minimizar el alcance de un problema de tal envergadura y blanquearlo al meterlo en el mismo saco de “las violencias” en general, lo que acrecienta el riesgo para la vida de las mujeres. Es por todo esto que instamos a la Sra. Carmen Lara, concejala de Igualdad, que actúe de inmediato llamando al orden a su colega de partido para que se disculpe públicamente y se retracte de sus declaraciones, al tiempo que se asegura de que este tipo de declaraciones no se vuelvan a producir. Con tanta “fiesta pijama” al Sr. Calleja se le olvida que es un servidor público y debe pensar el alcance de sus declaraciones.
Efectivamente “la violencia es violencia”, pero hay tener en cuenta que si queremos erradicarla, es necesario analizar el origen de donde viene. Así, por ejemplo, las decisiones políticas que desahucian a las personas y las condenan con reformas laborales injustas a condiciones de precariedad y explotación laboral, ES VIOLENCIA, y se llama estructural. La persecución que sufren algunos pueblos ES VIOLENCIA, y se llama racial. Existe violencia que se aplica sobre las personas más vulnerables: niños, niñas, ancianas, ancianos, personas discapacitadas… y se llama familiar (si mantienen lazos familiares) o doméstica (si conviven juntas). Si se ejerce violencia contra las personas homosexuales se llama homofobia, o contra las personas transexuales, se llama transfobia. Existe violencia en el patio de un colegio, contra los animales… todo eso es violencia, sí, pero no es machista (o de género).
Hablamos de que la violencia es machista cuando es ejercida por el hombre sobre la mujer, por el hecho de ser mujer y reconocerla como inferior. Quien la ejerce ha sido socializado en la creencia de que mujeres y hombres son distintos y les corresponde por tanto roles y papeles distintos en la sociedad. Un proceso de socialización que hace creer a los hombres que pueden dominar y someter a sus mujeres y a estas pensar que deben someterse a la voluntad de los hombres.
Por tanto, la violencia machista existe y es tan real como que desde 2013, año en que se empezó a contabilizar a las víctimas, ha acabado ya con la vida de 1.165 mujeres. Saldremos tantas veces como sea necesario para hacer frente a quienes se atrevan, sean quienes sean, y vengan de donde vengan, a negar esta realidad tan aberrante: ¡ni una menos, vivas nos queremos!