Cualquiera de los miles de personas que diariamente circulan en coche por esa importante vía de acceso y de salida de la ciudad puede imaginar, al pasar junto a la Barriada de José Antonio, que ha sido bombardeada recientemente. Puertas y ventanas tapiadas unas, rotas otras, acumulación de basura por todas partes, ratas, fachadas repulsivas por la suciedad y los desconchones, etc.
Desde el Foro Social sentimos vergüenza ajena cuando oímos a nuestras autoridades hablar del turismo de calidad que se quiere traer a El Puerto, mientras siguen permitiendo que esa “tarjeta de presentación” de la ciudad siga en pie. Pero no contentos con eso, desde la Junta de Andalucía, principal responsable de la situación, se solicita un plazo de dos años más antes de su derribo. Desde el equipo de Gobierno no han puesto el grito en el cielo, como era de esperar, sino que le darán esos dos años y todos los que pidan porque para eso son sus amigos.
Poca vergüenza y escasa sensibilidad deben tener en la Junta de Andalucía para no haber solucionado, después de más de 15 años, el problema de los pocos vecinos y vecinas que continúan viviendo en la Barriada y de algunos herederos, a los cuales les prometieron y firmaron unas condiciones que ahora no cumplen. ¿Qué políticos tenemos y hemos tenido los últimos años al frente de las instituciones local y autonómica que son incapaces de derribar este enclave que tanto dolor, sufrimiento y muerte ha cobijado y que aun nos trae a la memoria? ¿No será que quieren dejarlo para que los turistas lo visiten como si de un antiguo campo de concentración o supermercado de la droga se tratase?
En el Foro Social, junto a este sentimiento de vergüenza ajena, también recordamos con gran orgullo el acompañamiento que durante muchos años hicimos a la lucha constante, arriesgada y peligrosa de las Vecinas de José Antonio contra las mafias de la venta de droga y contra las autoridades insensibles a su dolor e incapaces de enfrentar y solucionar sus problemas. A José Antonio venían a comprar drogas numerosos jóvenes de Cádiz y de otras poblaciones cercanas. Allí comenzaron las peleas, las puñaladas, las redadas, las detenciones… Un verdadero infierno que han tenido que soportar durante muchos años los vecinos y vecinas que siguieron viviendo en el barrio. ¡Cuántos niños y niñas han tenido que pasar los fines de semana sin poder bajar a la plazoleta, porque simplemente la ley de la selva imperaba en su entorno, desprotegido y olvidado por todas las administraciones públicas!
Frente a esta realidad se alzaron, no sin miedo pero con valentía, las vecinas de José Antonio soñando con conseguir un nuevo Barrio de la Esperanza. En recuerdo y reconocimiento de esta lucha colectiva se aprobó, a propuesta nuestra, en el Pleno del Ayuntamiento de diciembre de 2016, nombrar a la glorieta que está junto a la barriada como “Glorieta de las Vecinas de José Antonio”. De nuevo estamos esperando más de año y medio a que este acuerdo se cumpla. Nos llegan rumores de que alguien dice que se opone a la ley de Memoria Histórica. El sujeto de esa lucha para el cual se pide reconocimiento no ha sido el tal José Antonio, sino las Vecinas de ese barrio que allí han sufrido, peleado y vivido. Siempre las hemos identificado con el nombre del barrio donde vivían y que, por otra parte, casi nadie relaciona con Primo de Rivera, exceptuando claro está a las personas que quieren impedir este homenaje.
Terminamos pidiendo a la Junta de Andalucía que solucione urgentemente los problemas con los vecinos que siguen viviendo allí y con algunos herederos para que se pueda derribar la barriada. Al equipo de Gobierno, que cumpla el acuerdo del pleno e inaugure la Glorieta con el nombre de las Vecinas de José Antonio que tanta dignidad han derrochado por El Puerto. DIARIO Bahía de Cádiz