La Asociación de Amigos del Pueblo Saharaui de Puerto Real quiere impedir a toda costa que se silencie la situación actual del Sahara Occidental y la no deseada vuelta a la lucha armada.
Recordamos que España sigue siendo a día de hoy Potencia Administradora del Sáhara, al dictaminar el Tribunal de la Haya en 1975, que ni Marruecos ni Mauritania tenían ningún derecho sobre el Sáhara. Así mismo Naciones Unidas dio por no válido el acuerdo tripartito entre España, Marruecos y Mauritania, según el cual España cedió el Sahara Occidental a estos dos países, marchándose vergonzosa e indignamente el 26 de febrero de 1976, y traicionando a todo un pueblo, los saharauis, que fueron compatriotas nuestros.
Para entender la nueva realidad bélica tras la violación del alto el fuego por parte de Marruecos, habría que entender que está pasando hoy en el Sahara Occidental, y entender qué es y qué supone el Guerguerat, lugar donde se ha iniciado de nuevo el conflicto.
En la frontera sur del Sahara hay una pequeña franja que recorre ambas caras del muro marroquí, conocida como zona tapón. Según el acuerdo del plan de paz de 1991 es zona protegida, vetada a ambos ejércitos. Debemos saber que Marruecos tiene un grave problema de evacuación de los productos expoliados ilegalmente en el Sahara Occidental: la legislación internacional prohíbe, expresamente, a la potencia ocupante extraer recursos naturales del territorio ocupado militarmente.
Ante esto Marruecos ocupa ilegalmente la franja tapón en la zona del Guerguerat, y construye una carretera que le permite sacar las materias fruto del expolio por Mauritania, burlando así el control occidental sobre el robo masivo de recursos naturales al Sahara Occidental.
Por otro lado, la Minurso, las fuerzas de cascos azules que la ONU mantiene en el territorio para vigilar el cumplimiento de los acuerdos de paz, y organizar el referéndum de autodeterminación, que nunca organiza, nada hizo, como viene siendo habitual, cuando Marruecos abrió la brecha ilegal en el muro en la zona del Guerguerat, ni cuando se construyó la carretera.
La población saharaui, cansada de la violación reiterada del acuerdo de paz y la eternización del problema, tomó las riendas del asunto y de manera pacífica, un grupo de activistas saharaui cerró el paso del Guerguerat, interponiendo sus propios cuerpos en la carretera. Ante la perspectiva de que se le acababa el negocio, Marruecos abrió tres brechas en el muro en esa zona protegida, en la madrugada de pasado 13 de noviembre, para desalojar por la fuerza a los manifestantes civiles en presencia de la ONU-Minurso. El ejército saharaui protegió a su población civil, y denunció la violación del alto el fuego por parte de Marruecos y la cómplice pasividad del organismo internacional.
Ahora con toda la tristeza del mundo, tenemos que decir que después de 29 años de espera paciente, el Sahara Occidental se ha incendiado, ante la desidia de la comunidad internacional y el abandono de nuestros gobiernos durante todos estos años.
Por todo ello, en esta encrucijada, exigimos a nuestro gobierno:
1º. Un posicionamiento claro como máximo responsable, que restituya la dignidad perdida.
2º. Reconocer a la República Árabe Saharaui Democrática, lo supondría poner a los dos agentes en pie de igualdad, en cuanto al reconocimiento del Estado.
3º. Asumir el Sahara Occidental como una cuestión de Estado, y para ello dé las competencias sobre el asunto a una Secretaría de Estado ubicada en la cúspide del gobierno, no en el Ministerio de Asuntos Exteriores, porque no es materia exterior.
La historia no soportaría una segunda traición por parte de España. Tenemos que hacer posible entre todos, ciudadanía en general, grupos políticos, asociaciones pro-saharauis y demás organizaciones hermanas, un nuevo escenario para la solución del conflicto.
Creemos que es momento de actuar, la situación olvidada de nuestro pueblo hermano ha reventado.
Y la solución es responsabilidad de nuestro gobierno, de ahora en adelante, aún más si cabe. DIARIO Bahía de Cádiz