¡Ya han empezado liándola bien! Después hablan de los carnavaleros “que si todo el año dando la lata, que si aprovechan cualquier motivo para cantar…”.
Y no aguantaron ni a que el pobre Momo estuviera frío, allí humeaban sus cenizas y como hienas esperando a sacar a pasear un Cristo. Y hace unos días un nuevo numerito con algún insulto hacia la forma de cargar del Cautivo. Pero vamos que esto es el pan nuestro: carteles por Cádiz de que la junta del Nazareno traiciona a su barrio, la virgen de la Palma la que le falta arrancarse por Sevillanas, el Despojado corriendo por la avenida y solo le falta que le pongan a Los del Río cantándole Macarena…
En fin dando por culo… ¡uy no perdón!, fallo tipográfico… dando “por culto”… entre olores a incienso.
Me importa una mierda la semana santa, me parece una fiesta retrograda, donde se dedican a pasear encima de un carísimo palanquín, en los mejores casos a una talla de madera que es arte y en los peores a un muñeco de fibra, aluminio y pintura (sí, es lo que es un Dummie con facciones). El escaparate perfecto donde muchos clientes habituales de gimnasios aprovechan las paradas para lucir en público sus horas de esteroides y sudor, para deleite de angangas locas por pillar un novio que tenga en su curriculum “saco tres pasos en semana santa”, puretas insatisfechas y más de uno que no quiere salir del confesionario.
Solo hay una cosa que me interesa de esa fiesta de pasión, pero exaltación por aparentar, y son los ingresos que logran en mi ciudad, a la que quiero. Por eso me molesta tanto aprendiz de sevillano, tanto energúmeno que se cargó la madrugá para poder coger el coche y sentir una erección en La Campana, ante el gusto de una tierra que no es la suya, por supuesto, que la empalmada se le bajará en cuanto tenga que volver por la AP4 para la tierra que le vio nace y a la que repudia.
Maniguetas, cargadores, no sé si serán mejores, sé que es lo nuestro, el sello distintivo, lo que hemos de vender, nadie quiere las copias baratas, en las fiestas nadie quiere las marcas blancas. O nos diferenciamos o caemos en picado al olvido.
Ahora, mientras aun resuenan los ecos del tres por cuatro, llega vuestro momento, el de la gomina, el de la chaqueta, como dijo el gran Libi, “de los que huelen a colonia” pero el olor a perfume no llega, más bien el de los hipócritas, el de los que lloran por un carnet de hijos adoptivos de Sevilla, el de los gaditanos por obligación. Dejad las cosas claras: diferenciaros o iros pero dejad de conducid a vuestra tierra a ser una pedanía, una Sevilla-B, como hace años se transformó Jerez.
Bastantes guarradas hemos tenido que soportar históricamente desde Sevilla: robo de la casa de contratación, Zona Franca, un puerto que en el siglo XXI no tiene sentido, manifestaciones donde solo se corta el acceso a Cádiz… para que vosotros bebáis los vientos por ella.
Si tenemos que soportar vuestros sueños húmedos de costaleros solo me queda un deseo: “ojalá que llueva en Semana Santa”.
Buitres aquí tenéis vuestra carroña. DIARIO Bahía de Cádiz
Totalmente de acuerdo, las copias solo le gustan a los mediocres y esta es nuestra seña de identidad, únicos en el mundo. Pero por desgracia el gaditano es experto en tirar lo suyo por el suelo.
MUY BUENO
Totalmente de acuerdo Santa, enhorabuena por el articulo
Buenísimo, toda la verdad!! En cadiz hay gente antigaditana!! Metidos en la prensa, carroňa barata y sin criterio alhubo.llámese…los durio.alarcones,andamoyos y devesas, a por ellos!! O nos quitarán nuestra identidad en la fiesta. De. La semana santa
toda la verdad y nada mas que la verdad