Plenamente sumergidos en un nuevo verano, los meses van cayendo en el calendario y una vez pasados estos propios de las calores, enfilaremos el final de año. Siempre se ha dicho en Jerez, creo que exageradamente, que una vez pasado el verano, el almanaque vuela y los sones de villancicos se nos van haciendo hueco en nuestros deseos prácticamente ya a mediados de noviembre. Exageración o no, lo cierto es que los días, semanas y meses pasan a toda prisa, y con ellos los años. Siempre me dijeron que son los hijos los que te dan la medida del tiempo transcurrido, así me lo recordaba mi madre, y creo que convendrán conmigo que es una de las grandes verdades que sólo cuando eres padre confirmas en su plenitud.
Y eso del tiempo, aunque de medida fija para todos, se nos puede hacer más largo o corto según esas sensaciones de necesidad, de edad, de desesperación o simplemente de hartazgo. Claro que no es lo mismo cuando tu equipo de fútbol gana cómodamente el partido con un fútbol espectacular, que cuando te están dando un meneo dónde no ves el fin, o cuando disfrutas de unas vacaciones y los días vuelan en busca de la vuelta a la rutina laboral, (para aquellos afortunados que hoy puedan decir en Jerez que tienen un trabajo).
En esa mezcla de sensaciones de velocidad o lentitud en el transcurrir del tiempo, pasan los días, semanas y meses en nuestro Jerez. En nuestro Jerez la lentitud del paso de los meses está vinculado desgraciadamente al inútil discurrir de la pérdida de oportunidades, a la inactividad y a la parálisis de su gobierno municipal. Pasa el tiempo, y ese paso es el del desperdicio de cuatro años de gobierno. Una ciudad que no es que no pueda perder un solo día, es que la pérdida de ese precioso día supone un retroceso en las ilusiones y oportunidades de los jerezanos y jerezanas.
Cuando encaramos esa recta final de la legislatura es cuando empezamos a hacer balance del gobierno Municipal del PP con su alcaldesa Pelayo al frente. Muchos desde la legítima oposición marcamos objetivos de control y propuestas para Jerez desde el minuto uno de la legislatura, conscientes de la necesidad de nuestra ciudad para encarar la terrible crisis que tan agudamente nos está afectando. Los más de 33.000 parados que acumula nuestra ciudad, la pérdida de calidad en los servicios municipales que los jerezanos tenemos derecho a disfrutar, la parálisis de gestión de nuestro ayuntamiento, y sobre todo, la pérdida de confianza, ilusión y modelo de la ciudad que fue referencia de pujanza en la provincia de Cádiz y en Andalucía, son motivos únicos e irrenunciables para todos aquellos para los que Jerez ha de ser nuestro único compromiso.
Después de más de tres años de legislatura de Pelayo como alcaldesa, el tiempo se ha disfrazado de fotos, propaganda y mucho, mucho humo. Y a las pruebas nos remitimos. No se han dado a día de hoy en nuestra ciudad con su alcaldesa al frente ni una sola medida que haya contribuido sustancialmente no sólo a mejorar la vida de las jerezanas y jerezanos, ni tan siquiera a poner mínimamente las bases de un nuevo modelo de Ciudad.
Tristísimo discurrir de un gobierno municipal y una alcaldesa que ha hecho del ordeno y mando su seña de identidad. Un gobierno que ha conseguido gripar nuestro ayuntamiento instalando el miedo y la desunión entre los trabajadores, que ha desmantelado servicios públicos, vendiéndolos a empresas privadas del entorno amigo del PP…..y sobre todo sin aportar nada sobre planificación del futuro o facilitando la llegada de inversiones productivas, (cero en lo que va de legislatura), que traigan riqueza y empleo para los jerezanos.
Ya ha llegado el tiempo de la cordura. Basta ya de chanchullos. Basta ya de marchas atrás y de proyectos estrellados. Basta ya de abandono de nuestros barrios. Basta ya de abandono de lo público. Basta ya de mentiras y de acusar a otros para tapar su incapacidad. Ese tiempo tiene que pasar. Basta ya de mediocridad, basta ya de miedos y amenazas, de arbitrariedad y compra de voluntades. Sólo le pedimos a la alcaldesa Pelayo y a su gobierno del PP que en estos meses que nos quedan hagan algo, sólo una cosa por los jerezanos: les pedimos que no nos hagan eternos estos diez meses hasta que el pueblo de Jerez se vuelva a pronunciar en las urnas. Y es que el tiempo, cuando es de sufrimiento y de olvido se hace eterno hasta para el más paciente de cualquiera de nosotros. Confiemos que la próxima primavera nos traiga definitivamente tiempos de despertares para Jerez. Tiempos de cambio. Para que gane Jerez, un tiempo nuevo.
ARTÍCULO DE: Raúl Ramírez (Candidato a la Alcaldía de Foro Ciudadano de Jerez)