El fútbol en España llega a nuestras pantallas por gentileza de entidades a las que hemos demonizado por sistema. Pero ahí las tienen, haciendo un servicio público de incalculable valor: BBVA, Santander, Gazprom, Telefónica, Berlusconi, Gol TV, Bein Sport… ¿qué sería del españolito medio sin el fútbol, ese gran hermano que está por todas partes?
Si vas por esos mundos de Dios, donde haya una oficina del BBVA lo más seguro es que cerca tengas otra del Santander, uno azul, el otro rojo, la prueba de lo poco que asusta ya el rojo al capital es que lo ha adoptado como color empresarial y que a la selección española la llaman “La Roja” y nadie la fusila al menos con balas de fuego. BBVA y Santander son copropietarios de Prisa, Vocento y Telefónica, desahucian cuando quieren o pueden según una ley anti-europea y muy española del año catapúm, tal vez se enfaden por estas líneas y le nieguen publicidad a este periódico pero no son tan malignos porque o pagan o han pagado para que los iberos nos relajemos, hagamos catarsis y relaciones públicas en el salón de nuestra casa o en el bar de la esquina, viendo fútbol.
Gazprom es la empresa rusa del gas, en Rusia casi controla la totalidad de los medios de comunicación y es portavoz de los intereses de Putin. Pero patrocina la Champions, nada menos. Gol TV pertenece a la productora Mediapro cuya cabeza visible es Jaume Roures, cofundador en su día de la La Sexta (hoy aliada con la Antena 3 de Planeta y de los alemanes de Bertelsmann), fundador de Público, versión papel, y amigo del expresidente Zapatero. Bein Sport es una filial de la cadena catarí Al Jazeera, aliada con Movistar y Berlusconi para esto del fútbol (Berlusconi es el mayor propietario de Mediaset España). ¡Al Jazeera! Aquella cadena acusada de terrorista por la Casa Blanca y todo occidente, cómplice de Bin Laden porque proyectaba en exclusiva los videos de este moro malo y sanguinario que en el Averno esté.
El dinero no tiene ideología, donde huela negocio, allá que va. A Franco, una generación de progres lo acusaba de narcotizar a las masas con el fútbol. Ahora, algunos de aquellos progres son accionistas de los medios que escupen balompié por todas partes. ¡Si el caudillo levantara la cabeza y viera que de aquellos No-Dos y de aquella TV en blanco y negro que acaba de cumplir 60 años se ha pasado a la superpantalla digital, presente en todos los hogares aunque sus habitantes lleguen mal a fin de mes! Pantallas con fútbol a toda pastilla por gentileza de los malos. DIARIO Bahía de Cádiz Ramón Reig