Conocía el percal, lo había palpado antes, sabía sobradamente, como un buen político que es, lo que pensaban los escoceses, solo tenía que ofrecerles un cambio a favor, si salía un “no”. No se ha tirado ningún farol, ni se ha jugado la fragmentación del Reino Unido, seguro que la noche del miércoles durmió a pierna suelta.
El sr. Cameron, primer ministro, conservador del Reino Unido, es un hombre de valía que sabía lo que hacía. Y como bien el dijo, no pensaba dimitir en caso de que las elecciones por la soberanía de escocia hubiese ganado el “sí” que de tener esta duda muy seguro que no hubiese viajado a ese país.
Pero no le demos a él toda la gloria del triunfo del sí, porque quienes lo han decidido, han sido unos ciudadanos que sintiéndose escocesa por encima de todo, han decidido continuar al abrigo de sus vecinos los ingleses. Ahora, ellos son además de escoceses, por elección, ciudadanos integrados al Reino Unido. Y todo, porque en esas tierras de valientes guerreros, han preferido usar la razón, el civismo y el buen entendimiento que existe entre ellos, para elegir lo que mas le conviene. Y no lo que más hubiesen deseado.
Sí señores una lección de ciudadanía, para que aprenda el resto del mundo, croatas, rusos, palestinos, israelitas y tantos otros países árabes que cogen las metralletas para quitar de en medio a quienes les estorba. Esta visto que los países con menos cultura y con más pobreza son más propicios a dirimir sus diferencias con las armas que por vías pacíficas. DIARIO Bahía de Cádiz