Si hablamos de Cañardo, Berrendero, Molina, Ezquerra, Alvarez, con toda probabilidad os pase lo que a mí la primera vez que leí sus apellidos, ni idea. Si hablamos del Tour de Francia, a no ser que seas un aficionado consolidado al ciclismo, nos trasladamos a tardes de calurosos veranos, cuando las vacaciones escolares han comenzado, en salones en los que no hay sofás para todos los que en la sobremesa contemplan el esfuerzo de subir montañas, abanicos en grandes llanuras, en una somnolencia generalizada en medio de la digestión.
Si hablamos de mil novecientos treinta y seis, de julio, sin duda pensamos en golpes de estado, en comienzo de guerra civil, en cainismo.
Cuando Pepe Pettenghi fija su mirada en estos dos hechos, nos propone subirnos en una bicicleta y participar un Tour especial, ‘El último Tour de la tricolor’. Como diría no hace mucho otro gaditano, Don Federico Sopranis, “lo importante de las miradas es cuando se sabe qué es lo que hay que mirar”.
Pettenghi, en sus propias palabras, pettenghea en este nuevo libro, en un camino que va desde lo más personal, no exento de cierto pesimismo bien entendido, hacia la recuperación de la memoria republicana, eje fundamental de la obra. Todo con ese humor amargo en el que se llora con risa, se ríe en el llanto, se habla con los silencios y se silencia con las palabras.
Recuperar al equipo ciclista español en el Tour de mil novecientos treinta y seis, a los cinco hombres “renegridos, bajitos, malnutridos…” que sudaron la camiseta con los colores de la bandera republicana en cada una de las etapas, mientras que en España se consumaba la traición. Y los recupera con el mismo cariño y respeto como se recupera cualquier fosa común en cualquier cuneta, porque también ellos forman parte de esa España silenciada.
Cinco hombres que al terminar el Tour no tenían país al que representar, y sobretodo, no tenían país al que volver. Alguno de ellos lo hizo, y acabó en un campo de concentración, otros optaron por el exilio -¿podríamos llamarlo deportivo?-, Méjico, Argentina,… todos a la cuneta del olvido, total por lucir la tricolor en su pecho en una carrera ciclista en un equipo compartido con Luxemburgo, ese año dramático en el que el Tercer Reich celebró la olimpiadas de Berlín, Franco cruzó el Estrecho, Lorca era asesinado y como Cañardo, Berrendero, Molina, Ezquerra y Álvarez, expulsados de la historia. DIARIO Bahía de Cádiz
RECUPERAR TODO ESO , TAMBIEN ES MEMORIA HISTORIA Y UN EJEMPLO PARA MUCHAS DEPORTISTAS DE HOY EN DIA QUE OBTIENEN Y RECIBEN SUS PASAPORTES TAN SOLO POR INTERESES.TANTO POR PARTE DE LOS ESTADOS Y POR ELLOS MISMOS