Siempre se ha dicho que rectificar es cosa de sabios, como actuar con -sentido común- también lo es cuando hay que resolver o enmendar algo que no funciona bien. Por eso he de salir gratamente al paso en esta ocasión, ante la reciente noticia de una posible ‘rectificación’ municipal.
Rectificación que afecta a la posibilidad de sustituir la sede que se tenía prevista para el futuro Museo de Camarón, en la Casa Palacio de Lazaga, ubicándolo creo que razonablemente, en una zona más próxima a las inmediaciones de la Venta de Vargas; sin confirmar ni concretar todavía cuál sería el sitio exacto.
En cualquier caso, personalmente aplaudo la idea, porque supongo que el -sentido común- por fin se ha hecho presente, visible y acorde con este cambio sustancial de actitud objetiva y decisoria, para instalar ‘definitivamente’ el citado Museo, demandado por una gran parte de la ciudadanía; fuera de la citada Casa Palacio de Lazaga.
Los artículos que dediqué titulados ‘Sobre el Futuro Mueso de Camarón y el Museo Naval, su entorno y relatos y vivencias”, pusieron el acento en esta cuestión y tuvieron una nutrida acogida y aceptación; apoyando el espíritu de dichos artículos en los que sin desmerecer la creación y el lugar destinado al citado Museo. Sí se hacía participar en ambos artículos, que el lugar más asequible, idóneo y repercutibles a todos los niveles y efectos de visitas, accesos, entornos, emplazamientos y ambientes, era el edificio aunque en ruinas de la antigua Casa de la Cruz Roja, que necesariamente habrá que rehabilitar para esta causa o cualquiera otra. No obstante, la posibilidad anunciada de un local de nueva creación para él, tal vez sería también más apropiado, incluso hasta más económico que la citada rehabilitación.
Y es de vital importancia entender con razonamientos lógicos, que el eje -Plaza de la Iglesia a Puente Zuazo- resulta ser un espacio relativamente corto. Pero lo suficientemente amplio como para exponer y concentrar en él, todas las peculiaridades que tenemos por ofrecer. Unas; por razones de índoles históricas, otras; artísticas y culturales; y cuando no, las de carácter nobles o domésticas, y también sentimentales y románticas, que son en definitiva las que más valoran, aprecian y en consecuencias ¡sienten y necesitan los ciudadano isleños!
Por eso tal vez sería muy acertado potenciar y remozar ese citado -eje- que prácticamente lo posee todo, y que sólo hace falta acomodar con criterios eficaces y adaptar, señalar y publicitar adecuadamente esta zona en la que se encuentra la Iglesia Mayor, donde se efectuó el juramento, como todos sabemos, de Las Cortes Generales y Extraordinaria de 1810. Efeméride de la que el pasado jueves día 24 de septiembre se festejaron los 205 años de aquel singular acontecimiento histórico como fiesta local -en sustitución- de aquella otra fiesta felicísima del tradicional ‘Día del Cerro’ que se celebraba el 23 de octubre con castañas, piñones, manzanas y membrillos incluidos de por medio para merendar en los parajes de la Vía del Tren, lugar donde la chiquillería de entonces, corría y jugaba alegres y divertidos, si no se iba al Cerro por lo que significaba de ‘lejanía’ para algunos.
Y tras el paréntesis de la antigua descripción festera anterior, seguir Calle Real abajo con la Oficina Municipal de Información y Turismo, que ahora se pretende trasladar al Centro de Congreso. Y justo al lado de dicha oficina, el Edificio de la Casa nº 26, de la familia de Cano; declarado edifico BIC (Bien de Interés Cultural) porque en él se instaló el Estado Mayor Inglés por su histórica participación en el asedio del ejército francés a la Isla, durante la guerra de la Independencia. En frente el Museo Histórico Municipal, que también cambiará de sitio aunque éste y la Oficina de Turismo quedarían dentro del entorno. La Casa del Turco qué albergó las dependencias municipales y una de las primeras ‘escuelas’ dedicada a la enseñanza.
El típico y coqueto Callejón de Croquer, el Palacio de la Capitanía General; el Mueso Naval instalado en el interior de dicha Capitanía. La Plaza de Toros, la Casa de la Cruz Roja, el Castillo de San Romualdo, el monumento a los héroes de África en la Plaza Font de Mora, la estatua de nuestro genial y universal cantaor de flamenco Camarón de la isla, la mítica Venta de Vargas y el no menos mítico e histórico Puente Zuazo y su zonas aledañas naturalmente rehabilitadas
En suma un buen ramillete ávido, no obstante, de promocionar hábilmente si se ponen los medios. ¡Y si lo tenemos todo a nuestro alcance! ¿A qué esperamos? ¿Y por qué no hacer un sugestivo Museo para Camarón y para el disfrute de los ciudadanos y de los visitantes de esta real e histórica isla de León y la muy constitucional ciudad de San Fernando, en los alrededores donde Camarón-niño desarrolló su infancia y su canto; cerquita de los caños, las marismas, los esteros, el Puente Zuazo y la Venta de Vargas?
Pero en contrasentido y volviendo al -sentido común- de lo expuesto anteriormente. Y como dice nuestro sabio refranero: nunca llueve a gusto de todos. Tanto y al punto que ahora, creo que también se pretende instalar, el Ayuntamiento o parte de él, al Museo Histórico Municipal.
Dicho traslado de efectuarse, significaría a mi entender, desnudar a un santo que ya estaba bien vestido y consolidado para vestir a otro que está desnudo; porque según rumores, el contenido del Museo se pretende instalar en el Colegio Público Padre Franco, provisionalmente o para siempre como suele ocurrir con todo lo provisional. O más adelante en el Castillo de San Romualdo. Pero no se sabe de qué manera y con cuántas garantías de conservación, exposición en similitud y comparación -en donde quiera que se instale- con respecto a las condiciones que tenía en el lugar anterior.
Y aunque dicho colegio y el castillo estén encuadrados dentro del eje que aquí se ha establecido, habrá que pensar si será ésta una decisión acertada o por el contrario un retroceso. Cómo también saber ¿Cuándo y en dónde se va a instalar la importante y fecunda Biblioteca Lobo de feliz recuerdo tanto por sus volúmenes como por los ricos actos socio-culturales que en dicha biblioteca se celebraban. O el asentamiento definitivo y acorde de la Academia de San Romualdo por su rango y prestigio como entidad cultural y altruista en el mundo de las Artes, de las Ciencias y de las Letras. Así como la tan esperada como olvidada rehabilitación de la joya fantástica que tenemos por Ayuntamiento.
Pues por todo lo expuesto, creo que todos los isleños consultados; esperan y desean un feliz resultado en el desarrollo de ese -eje- Iglesia Mayor-Puente Zuazo. No sin antes insinuar también, la necesidad de instalar una Estación de Autobuses en los terrenos de la Magdalena, que por su cercanía dentro de la misma zona, proporcionaría más credibilidad y dinamismo en el empeño de los propósitos propuestos. ¿Qué tal? ¿Seríamos capaces de lograrlo? DIARIO Bahía de Cádiz