Voy tomando nota. Reformamos la constitución, ¿verdad? Ya era hora, no veas el miedo a la libertad y a tocar los papeles que hay en España, cómo tiene que someterse el individuo a los papeles aunque la sociedad en la que el individuo se encuentre vaya muy por delante de los papeles. Da la impresión de que los papeles son un dogma más que leyes, disposiciones y normativas elaboradas para servir al sujeto. La constitución del 78 fue un apaño que se hizo para que no se indignara la estructura de poder franquista que se dejó intacta y que sustancialmente intacta sigue y ahora rebrota por culpa de los demócratas. Hace algún que otro decenio que esta reforma se tendría que haber hecho, ahora no sé qué puede pasar porque se ha encabronado mucho el país.
Desde 1978 y antes, tomaron el timón dos partidos a la manera de Cánovas-Sagasta y ahí se durmieron en sus laureles guardando el orden del poder español e internacional y jugando a la democracia y a la endogamia. Y algo similar sucedió en otros países del mundo: guardaban primero el orden que surgió de Bretton Woods en 1944 y después añadieron el orden derivado de la caída de la URSS en 1991: las derechas y sus apóstoles los socialdemócratas eran y son los sirvientes de los comerciantes. Pero como todo tiene su fin, el montaje se fue gastando y empezó a enseñar sus miserias. Y como dice Hegel, cuando la Idea-Historia necesita algo, lo origina. De esta forma aparecieron lo que llaman “populismos” como si el dúo del sistema no hubiera estado haciendo populismo todos estos decenios. Pero qué iban a hacer, ¿echarse la culpa? No, la culpa siempre la tienen los demás: la conspiración judeo-masónica-comunista, la amenaza nuclear comunista, Fidel Castro, Hugo Chávez, el tabaco, la grasa de cerdo o los pedos de las vacas. Ahora bien, como tarde o temprano uno se tiene que mirar al espejo –como decía Nietzsche- y si se tiene un problema y te mudas de lugar para evadirte es inútil porque el problema va contigo –cual sentenció Séneca- he aquí la situación: el problema ha estallado.
Ahora a buscar nuevos culpables: leña a Vox, leña a Podemos, leña a Trump, a Bolsonaro, a Maduro, a Putin y a Xi Jinping menos porque tenemos intereses muy fuertes con él pero que conste que es un comunista de tomo y lomo. En su lugar, leña a Corea del Norte, leña a los extremos, en el centro está la virtud que son ellos, claro. Puede que sea tarde y que la gente se empiece a saber el cuento de memoria y acaso comience a reírse de todo esto –por no llorar- como se estará riendo de las manipulaciones de las encuestas del CIS en materia electoral. Me imagino a todos esos honrados profesionales de la sociología teniendo que aguantar al tal Tezanos imponiendo su voluntad por encima de los datos científicos, todos los profesionales de cualquier rama que se relacione directamente con el poder hemos tenido que aguantar a medianías colocadas a dedo en los engranajes de la administración. Miren el resultado: en Andalucía, 42 por ciento de gente que se queda en casa, Podemos –un partido nuevo- en baja y recurriendo a la pataleta callejera. Ha perdido votos. ¿Quién no vota ni votará jamás a este Podemos? Entre otras personas, los comunistas de pro, los que han estudiado y vivido la historia. Ninguno de esos suele votar a una jaula de grillos inexperta y tampoco va a votar a las derechas, PSOE incluido. Uy, cuánto asunto por reformar… A ver si los reformadores empiezan por reformarse a sí mismos. DIARIO Bahía de Cádiz Ramón Reig