Los medios de comunicación desarrollan análisis sobre el desastre que se avecina con el dinero de las pensiones tras la subida del 0,9 por ciento, ¡el 0,9 por ciento, con lo que se ha robado en España y el poco eco que tuvo la amnistía fiscal! Es deprimente el futuro que dibujan, tanto, que supongo que lo mejor para ellos, los que no van a tener problemas, los de arriba, es que nos muramos todos lo antes posible.
Siempre he creído que hay hítleres por ahí a los que no les importaría que a los pensionistas y viejos en general nos metieran en cámaras de gas mientras ellos miraban para otro lado como si no se enteraran de nada. Los análisis que publican medios liberales y ultraliberales son historias para no dormir ni vivir, no porque no tengan razón ni estén bien argumentados desde el punto de vista de la economía que existe y que nos aprisiona sino por lo que no dicen: que para ese sistema somos meros números, que no hay seres humanos detrás de una pensión, que darnos una pensión digna por los servicios prestados sale muy caro y que no hay quien sostenga eso a largo plazo.
He aquí algunos datos del panorama lo que tenemos: le vamos a costar al estado en diez años algo así como 44.000 millones de euros y en veinte 89.000 millones; habrá menos cotizantes que jubilados, la jubilación de la generación del baby boom va aumentar este desastre; en 12 años de jubilación ya nos han dado más de lo que hayamos cotizado en toda nuestra vida, el cálculo de pensión en España o “tasa de sustitución” es del 80 por ciento del último salario recibido cuando en Alemania y en Francia es del 50 por ciento, en Reino Unido del 30 por ciento y en Suecia de menos del 40 por ciento. Los países que aplicaban el 80, como el nuestro, han ido al desastre, ejemplos, Grecia y Portugal.
¿Qué hacer? Aumentar el IVA, el IRPF, los planes de pensiones privados, retrasar la edad de jubilación, atraer millones de inmigrantes, bajar o subir pensiones según el PIB… Todo en un clima de casi el 20 por ciento de paro a nivel nacional, con un 22 por ciento en Andalucía y sin nombrar para nada los puestos laborales que la Inteligencia Artificial se va a cargar.
Miren, si este es el menos malo de los sistemas hay que tirarlo abajo porque coloca a los seres humanos al servicio de la economía, lo mismo que le achacaban al comunismo. Lo que pasa es que eso costaría mucha sangre, pero un régimen como el actual ya no le vale al ser humano porque si los humanos desarrollamos nuestra mente y nos prolongamos la vida y en 2070 puede que llegue la amortalidad, sólo el problema que presentan las pensiones nos está diciendo: moríos de una puta vez, jodidos viejos –incluso parados jóvenes de mierda que no servís para nada- y a ver si reciclamos vuestros cadáveres para comerciar con lo que sea aprovechable de ellos. Lo dicho: si no nos meten en cámaras de gas con un pijama y el número de cotizante cosido es porque está feo, ellos mismos han quedado atrapados en su propia ética. Me acuerdo de Nietzsche: nos estorban los pobres porque si les damos dinero molestan y si no se lo damos molestan igualmente a nuestra conciencia. DIARIO Bahía de Cádiz Ramón Reig