Hablo con usted, excelencia, Mohamed VI, rey de Marruecos, con toda humildad le digo que, como lo veo nostálgico de Al-Andalus y luciendo camiseta reivindicativa, si desea usted recuperar Ceuta y Melilla y de camino invadir España, no espere más, ahora es el momento. Tiene usted a su favor, para empezar, a un millón de catalanes que no moverían un dedo, más otros tantos millones de vascos, más los millones de progres que, repartidos por todo el suelo patrio, dirían que hay que ser tolerantes con todas las culturas y mientras discuten si sí o si no, su ejército ya estaría en Madrid y usted sentado en la Moncloa mientras nuestro expresidente hacía gimnasia por el jardín, sin enterarse de nada, de que ya era expresidente. Cuando llegara a Las Cortes a decir que no puede formar gobierno, sus soldados le dirían: “Y tanto, don Pedro, váyase al exilio con los Pablos y demás”.
No se preocupe por la OTAN, no nos ayudaría, usted es nuestro aliado, está abriendo la mano con las leyes de su país y en usted confían para que controle la inmigración, el terrorismo, y se convierta en país hegemónico por encima de Irán. La OTAN no movería un dedo por nosotros y menos si en el gobierno están el PSOE y Podemos. Majestad, le dice Pablo Iglesias a Pedro Sánchez que ahora le nombre unos ministros podemitas en el gabinete y que, si luego se llevan mal, se divorcian amistosamente, como si Pablo controlara Podemos. Ése dice vámonos chicos que nos llevamos mal con Pedro y le salen uno o dos ministros espetándole que no se largan porque no les da la gana.
Los gallegos, como no se sabe si suben o si bajan, tampoco estoy seguro de que salieran al paso de sus tropas, uno de los motivos es que colocan flores a los pies de Santiago y su caballo para que no se vea que está aplastando moros en plan Santiago Matamoros. Los andaluces, lo que diga Susana y depende también de si les quita usted El Rocío, la Semanada Santa y Tele 5. Los extremeños sólo piensan en poder ir de un lado a otro en tren decentemente y el resto, los ayer altivos castellanos, le dirán que como son pocos y están deshabitados para qué ir a la guerra, sólo quedarán cántabros y astures que no sé si serán como los de antes. Todo esto consideradas estas gentes en su generalidad.
Los jóvenes no harán nada porque tienen mucho hardware pero poco software. O sea, se va a encontrar usted una situación parecida a la del año 711 cuando los hispanos estaban tan hartos de los visigodos que, en un abrir y cerrar de ojos, sus antepasados estaban en Barcelona con Almanzor tocando el tambor.
Quedan los legionarios con la cabra que me parece que está ya mochales y un ejército que me da a mí en la nariz que está liado y hasta los cataplines de muchas cosas. Y no digamos la Guardia Civil que, como la han dejado vendida, a saber lo que hace, que se puede ser patriota pero no mártires tontos.
¿No aprovechó su padre de usted que Franco andaba moribundo para lanzar la Marcha Verde que no tenía nada que ver con la que echó a Lopera para que llegaran después los loperitas sino que era su soldadesca que agarró el Sahara nuestro? Pues ahora la cosa está que pintan bastos. No sea tímido y adelante, aquí está todo el mundo mandándose mensajes por el móvil, deseándose una vida feliz a base de frases y de dibujitos lindos y colgando en Facebook cada paso que dan en sus tristes vidas. Y los políticos ya los ve usted, cada uno quiere fundar su partido con él solo de militante y aun así se dividirá. DIARIO Bahía de Cádiz Ramón Reig