El futuro nuevo gobierno no quiere cerrar Canal Sur –como pretende Vox- sino formar una comisión de expertos para estudiar su reestructuración. Me parece más razonable, lo que espero es que la comisión de expertos no esté compuesta por personas que ahora, en lugar de ser de la cuerda del PSOE, lo sean del nuevo ejecutivo bicéfalo porque de Vox supongo que no ficharán a nadie, el experto de Vox terminaría pronto su trabajo: “Esto hay que cerrarlo, adiós”, podría ser toda su contribución y encima habría que pagarle.
El papel de Canal Sur ha sido y es aún, por lo general, impresentable y así seguiría siendo si el PSOE se hubiera quedado en San Telmo: propaganda en su favor, enchufes muy bien pagados y buenos o muy buenos periodistas que han vendido su talento al partido porque el oficio está muy mal y ahí se aseguran una pasta gansa. Pero también el PP ha dado muestras que pueden hacernos sospechar que tal vez vaya por el mismo camino o, vamos a ver, ¿quién nombra a los representantes “expertos” que le corresponden al PP en el consejo de administración de la RTVA y a los del Consejo Audiovisual de Andalucía?, ¿son expertos independientes? Es más, ¿qué es esto de que los partidos políticos controlen la Justicia y los medios de comunicación públicos en lugar de dejar que precisamente sean expertos librepensadores quienes apliquen sus conocimientos en pro del bien común? Lo que acabo de afirmar creo que es pura entelequia pero es mi deber hacerlo.
Canal Sur tiene que seguir adelante, hay en esa empresa trabajadores honrados y competentes que han obtenido su puesto de trabajo por oposición, lo que hay que hacer con el periodismo y la comunicación en general es dejar que la hagan los profesionales y no entrometerse en su trabajo ni políticos ni banqueros ni otras presiones extrañas al periodismo. De acuerdo que no tiene por qué cargar con un presupuesto cercano a los 200 millones de euros, de acuerdo que hay que procurar que recupere algo su audiencia, Canal Sur TV ha llegado a tener un 24,4 por ciento de ranking y ahora está entre el 7 y el 9 por ciento de media aunque a la hora de dar datos cada cual se agarra a los que más les interese pero lo cierto es que un medio público no debe obsesionarse con la audiencia sino con la calidad que no tiene por qué estar reñida con la cantidad. La TV más vista en Europa es la BBC, pública; en TVE, series de gran calidad han obtenido audiencias record, desde La Regenta en los inicios de los 90 –ya con televisiones privadas de contrincantes– hasta Isabel o El ministerio del tiempo en nuestros días. Hacia 2005, un documental emitido por TVE, La odisea de la especie, fue uno de los espacios más vistos del año, es decir, la gente no es tan idiota como creen ciertos programadores de TV.
Y nada de tanta externalización de programas con la excusa de que así se estimula el sector privado. Eso aumenta el gasto público y denigra la calidad de los profesionales de Canal Sur, lo privado es sumamente respetable y aporta mucho y bueno pero debe trabajar más en buscar mercados que el mundo es muy grande y no se reduce a Andalucía. La proyectada Ciudad del Audiovisual o como quiera llamársele a lo que se iba a instalar en Sevilla, sería un enorme acierto porque en Andalucía existe un gran potencial de industrias culturales y es una tierra con una tradición cinematográfica innegable.
En definitiva, Canal Sur, sí, pero cuidando que no sea un despilfarro y sin temer que sea de minorías. En Estados Unidos –donde tanto se venera lo privado- hay televisión pública, la Public Broadcasting Service (PBS), pero le deja el campo al negocio privado y apuesta por la calidad, hay que tener cuidado con las televisiones autonómicas porque se derivan de las autonomías, son algo muy made in Spain y las autonomías han arrasado con el rigor histórico y exageran unas señas de identidad que con frecuencia ni existen. El comité de expertos espero que tenga en cuenta todos estos humildes consejos. DIARIO Bahía de Cádiz Ramón Reig