Vais a hacer bueno a Franco porque él puso las cartas boca arriba y ya dijo de qué iba; vosotros estáis en el seno de una democracia que es constitucional y por tanto de todos, no sólo vuestra. Ni tanto Dios, Patria, Justicia, Familia, Municipio Sindicato, Sección Femenina, sindicatos verticales o democracia orgánica, ni tanta memoria histórica cuando vosotros adolecéis de memoria histórica universal y en los planes de estudios que aprobáis no hay asomo de cómo se debe explicar ahora la Historia y margináis a la Comunicación, la Ética y la Filosofía o contamináis la lucha de los dominados conscientes contra los dominantes estimulando una pugna interna donde cualquier hombre es culpable hasta que no se demuestre lo contrario. Utilizáis TVE y RNE para hacer lo que le criticabais a los que antes lo hacían: propaganda y clientelismo. Empoderáis a quien aún debe aprender porque os imitáis a vosotros mismos que teníais que estar haciendo carrera política y estudiando en lugar de ocupar sillones de alta responsabilidad desde los que estáis devastando lo más sagrado que tiene el ser humano para enfrentarse al mundo: el conocimiento.
Habéis retirado la lápida de la casa natal de José María Pemán en Cádiz porque era un franquista. También era un gran periodista, un guionista de televisión que hizo las delicias de los españoles y en especial de los andaluces con su serie El Séneca que hasta el Canal Sur socialista emitió en 1996. Hace poco recibí un correo electrónico de Felipe Benítez Reyes donde se me pedía mi apoyo para que en Madrid se colocara un recuerdo en la casa donde Fernando Quiñones y Caballero Bonald fueron vecinos. Lo di de inmediato, por supuesto. La democracia consiste en que todo tipo de pensamiento sea respetado porque los símbolos -como el de Pemán- sirven para ampliar el conocimiento y el conocimiento es libre, totalmente libre y abierto, ahora sólo tenéis que ordenar que en los colegios, en los institutos y en las universidades no se hable de José María Pemán. La memoria histórica es para recordar, estudiar e investigar, no para olvidar y destruir, ¿tenéis miedo de vuestras propias ideas si es que tenéis alguna para confrontar?, ¿sois como esos padres de lo que llamáis patriarcado opresor, que prohíben y destruyen porque les sale a ellos de los testículos?
Luego tendréis que ir más allá, puritanos del conocimiento: prohibido enseñar a Heidegger porque era nazi, prohibido enseñar a Jorge Luis Borges porque se arrimaba a la extrema derecha, prohibido enseñar a Nietzsche porque tiene fama de machista, prohibido Pedro Muñoz Seca, por fascista, prohibido Luis Rosales, por pertenecer a la familia que entregó a Lorca y no haber hecho bastante por su amigo, prohibido Manuel Machado, por fascista… ¿Hasta dónde pensáis llegar? ¿Os imagináis si en el futuro los españoles desean que gobierne el PP con el apoyo de Vox y el nuevo ejecutivo decide hacer lo contrario? Fuera todos los signos que tuvieron que ver con el comunismo porque es un régimen asesino. Fuera los rojos republicanos. Fuera Alberti, Miguel Hernández, Buñuel, Vázquez de Sola, Falla o hasta Fermín Salvochea por anarquista aunque sea del siglo XIX.
En la transición se dejaron muchas cuentas por ajustar precisamente para que no ocurriera lo que está ocurriendo, por desgracia, cuarenta años después, ¿de dónde habéis sacado esa mente inquisidora si los que sufrieron más el franquismo y las acciones violentas de la república se guardaron su bilis para que todo siguiera adelante? Lo fácil es arrancar lápidas y desenterrar muertos, lo difícil es colocar a España dentro del G-7 que es lo que os corresponde hacer o al menos devolverla a la posición de potencia mundial en que se encontraba hace años.
Si en Italia tomaran vuestra postura tendrían que echar abajo la ciudad universitaria de la Universidad de La Sapienza -una de las mejores del mundo- porque esa ciudad la construyó Mussolini, así como diversos monumentos importantes de Roma. Pero los italianos terminaron con Mussolini en su momento y aunque perdieron la guerra ahora están en el G-7, vosotros sólo sabéis arrancar lápidas, estimular que derriben nuestro pasado como gran potencia mundial que fuimos en los siglos XVI y XVII, algo que, os guste o no, es lo que os permite desarrollar vuestras barbaridades. No supimos vencer a Franco ni en la guerra ni en la paz y ahora, como el niño que berrea porque no le han dado un caramelo, os dedicáis, como malos perdedores nostálgicos de lo que pudo ser, al triste oficio de la venganza. Estaréis contentos, pero en realidad hemos perdido todos un trozo de libertad porque quien borra el conocimiento está borrando la libertad.
Como no sabéis nada os diré algo: José María Pemán denunció en privado que la censura franquista también le afectaba a él. De eso tal vez os hable, con pruebas, en otra ocasión, aunque será inútil porque ahora no se enfrenta uno a la razón sino a la ignorancia y la estupidez, señas de identidad psicológicas para sobrevivir en un mundo en el que confundís valor y precio. DIARIO Bahía de Cádiz Ramón Reig