En verdad estoy seguro, viendo como esta el patio mediático-político de Cádiz, que las estadísticas que a bombo y platillo anunciaba el Ayuntamiento (más de 200.000 espectadores tenía Teleteo) eran falsas. Quien bate todos los récords de audiencia, no tanto por el numero, si no por la cantidad/persona es Radio maría.
Un suponé, cómo es posible que la anciana alcaldesa de Cádiz -anciana referido a antigua, no a su edad- hable ahora, con esa soltura que la caracteriza, de construcción de buques en los astilleros de la Bahía, incluso orientando a viajes como forma de conseguirlo, después de oponerse en el Congreso a su construcción; como decía antes, mucho consumo de Radio maría…
Es casi como si el portavoz, y gladiador, hiciera una petición urgente en el próximo pleno del Ayuntamiento para identificar a quiénes están enterrados en fosas comunes, o no comunes, ya sean potenciales bebés robados, o asesinados cuando aquel alzamiento, él, el que fuera responsables de aquellas famosa frase recogida en acta de ‘memoria histérica’, mucho consumo de Radio maría…
Suena la alarma de wassap recibido -muelle-, “oye creo que te equivocas de maría, es María con mayúscula, no maría, así que de eso nada”. Me crea una gran duda, si no es esa maría la de Radio maría: ¿qué toman para decir tanta chorrada, así, una detrás de otra y sin perder la compostura?
Tiene toda la razón el alcalde de Cádiz cuando dice que cada día no sabe con qué se va a encontrar en la prensa, pero, vamos alcalde, ni en Cádiz, ni en ningún otro sitio en el que se haya producido un cambio de gobierno. Además, prensa ‘malota’ la de fuera de Cádiz, esa Razón, ese ABC -padre de La Voz de Cádiz-, todo con más cache, tanto medios como ‘plumillas’; porque al fin y al cabo los de este rincón son como más ‘de salto al gorrino’, como menos profesionales del tema este de ‘acoso y derribo’.
Ni aquellos ni estos entienden eso de los cien días de cortesía, total ¿para qué? Y de paso confluyen -eso sí es confluir y no lo de Ahora en Común-, con ex gobernadores civiles, ex monjes, antipodemistas -qué mal suena, así como a santa cruzada-, casi de profesión. Confieso que también en estos casos dudo del consumo de Radio maría, aunque quizás ni eso, son tan predecibles, tan poco creativos, con ese humor entre Pemán y Lina Morgan, que no hace falta ni radio, ni maría, ni leches.
Pero bueno, no seré yo quien critique a los criticadores recalcitrantes, además les entiendo, es una forma de sacar el ego de paseo cada vez que publican sus ocurrentes pensamientos, sus críticas ¿sagaces? Y aunque se les ve la pluma con la que escriben, es una manera como otra cualquiera de hacer terapia y ahorrase al psicoanalista.
Decía una canción -adaptada- de Atahualpa:
María quiero maría
Porque esto no puede ser
No quiero que otros pasen
Por aquello que yo pasé
Por cierto Kichi, al hilo, que no me seas llorón, ¿o qué esperabas?, cuando hay luces y sombras, se corre la tentación de confundir críticas -que aparte de sanas son necesarias- con campañas organizadas por ‘las fuerzas de la reacción’, que como las meigas… DIARIO Bahía de Cádiz