En el Parlamento de Andalucía, la portavoz de Podemos, Teresa Rodríguez, le dice a la presidenta, Susana Díaz (a quien le deseo una horita corta en el parto) que se ha entregado sin más a Estados Unidos con el convenio eterno suscrito para que los USA utilicen la Base Militar de Morón de la Frontera (Sevilla) y nos libren del peligro de los “moros malos”. La presidenta le replica que eso suena a discurso antiguo, de treinta años atrás, afirmó.
O sea, que la líder de un partido que, por ejemplo, lleva dándole dinero a la Iglesia –qué institución tan antigua aunque necesaria- desde hace más de treinta años para que adoctrine a los niños andaluces y españoles con el erario público, sostiene que criticar un acuerdo con los USA y convertirse aún más en sus lacayos es antiguo. Adoctrinar es decirle a cerebros por educar lo siguiente: todo es pecado menos darle dinero a la Iglesia, no te toques ahí que es pecado, no mires con malos ojos que es pecado, no desees a la mujer de otro o al hombre de otra porque es pecado, no comas mucho porque es gula, no comas poco porque atentas contra tu vida que no es tuya porque es una concesión de Dios, etc., etc.
Si tuviéramos que hablar de las antigüedades con que se engalana el PSOE y Susana Díaz, el asunto nos llevaría un buen trecho. Es antiguo criticar un acuerdo con un país cuestionado por mentes preclaras estadounidenses, un país que cree que el mundo nació en el siglo XVIII cuando se crearon los EEUU, un país la mitad de cuya población aún rechaza las teorías de Darwin, piensa que los extraterrestres van a invadirlos, masacra negros impunemente, cree que la sanidad pública es algo del comunismo, en lugar de arreglar el problema árabe lo ha enredado todo hasta límites intolerables, está llenando con sus acciones bélicas a Europa de inmigrantes y ha estimulado y encabronado al yihadismo de forma muy peligrosa para Europa, al tiempo que sigue defendiendo a un estado como Israel que mata a niños en Palestina en nombre de la libertad, de Dios y de la democracia. Todo eso es muy moderno, sí señor, como la señora Díaz cuyos votos proceden muchos de ellos de las zonas más modernas de Andalucía.
También la misma Teresa Rodríguez es muy antigua. Sus diputados donan parte de sus dietas para becas de comedores y así los niños pobres podrán comer. O sea, se implanta la figura del político misionero, amigo de las obras de caridad. Bill Gates también concreta donaciones pero al menos ha creado una multinacional cuyos productos utilizan los militantes de Podemos para hacer su revolución. Claro que eso es más difícil que dar limosna a los pobres. Pensaba que la izquierda apostaba siempre por la justicia y no por los paños calientes, ¿por qué Podemos no crea empresas y puestos de trabajo en lugar de entregar óbolos?
Antes y ahora era y es el señorito, el hacendado, el ranchero, con sus “regalos” a los braceros que estaban a su disposición, ahora también se suma, a su manera, la llamada izquierda transformadora en la que lo mismo cabe un roto que un descosido, cabe cualquiera que diga que quiere cambiar las cosas y encima con derecho a voz y voto. Así empezó Izquierda Unida y ahora está más perdida que el barco del arroz, no me extraña que el personal poco a poco vuelva al bipartidismo absoluto que dejará una temporada a Ciudadanos, Podemos e IU recoger las migajas más o menos gordas que caigan de su mesa. Migajas para hoy, hambre para mañana. DIARIO Bahía de Cádiz