Imaginen que Putin arrasara y ocupara por completo Ucrania, tal como lo está haciendo, con la opinión en contra de la inmensa mayoría de la comunidad internacional expresada en innumerables resoluciones de la ONU, ocasionando un éxodo impensable de ucranianos y que aquellos que deciden quedarse en el país ocupado fuesen perseguidos y condenados al ostracismo más absoluto. Y después de todo ello, Putin presentara a la postre un estatus de autonomía para Ucrania dentro de la soberanía de la Federación rusa en contra de nuevas resoluciones de Naciones Unidas que fuese aceptada por algunos países como la solución definitiva a un conflicto enquistado. Algo que crearía, lógicamente, el recelo de no pocos países fronterizos con Rusia.
Pues eso, que es difícil de imaginar, ni más ni menos, es lo que el presidente del gobierno, Sánchez, ha hecho al apoyar la propuesta de Marruecos de un estatus de autonomía dentro de la soberanía marroquí en contra de innumerables resoluciones de la ONU y de países del Magred.
El Sáhara como autonomía dentro de la soberanía alauí no garantiza en absoluto al pueblo saharaui que se vaya a respetar mínimamente sus derechos como pueblo. Un país como Marruecos con un régimen absolutista y corrupto en el que el respeto a los derechos humanos brilla por su ausencia, cómo va a garantizar de la noche a la mañana bajo un estatus de provincia autónoma al Sáhara si lleva décadas masacrando y marginando al pueblo saharaui en los territorios ocupados unilateralmente con la complicidad de cierta parte de la comunidad internacional, incluida España.
El pueblo saharaui ha sido la moneda de cambio que ha utilizado el presidente Sánchez para obtener cierta tranquilidad en las fronteras de las ciudades de Ceuta y Melilla, así como, el compromiso de Rabat de renunciar a la demanda de esas ciudades e Islas Canarias como territorio marroquí.
Pedro Sánchez se pliega a los intereses de Marruecos y entrega el Sáhara a Marruecos 46 años después. Si el presidente del Gobierno cree que con este giro inesperado va a conseguir que el reino alauita ceje definitivamente en la reivindicación de Ceuta, Melilla y Canarias como territorios marroquíes es que es un iluso irresponsable. Marruecos cada vez que le interese por estrategia de geopolítica, comercial o, simplemente, para distraer la atención de su pueblo de otras cuestiones internas recurrirá al chantaje de la consabida reivindicación de esos territorios o cejará en su compromiso de controlar las vallas fronterizas de ambas ciudades autónomas o permitirá que las mafias sigan haciendo negocios con las salidas de pateras hacia la península. Marruecos una vez constatado la debilidad y complejos de España seguirá cuando le interese chantajeando para lograr más prebendas de España y de la UE.
El referéndum sobre la autodeterminación del pueblo saharaui recomendado por la ONU es la única solución para que se respete su derecho como pueblo. Pedro Sánchez y el PSOE han traicionado de muy mala manera al pueblo saharaui, cercenando ese derecho reconocido por Naciones Unidas.
¿Serán capaces los alcaldes socialistas, que años tras años, gustaban hacerse la foto dando la bienvenida a los niños saharauis en las llamadas ‘Vacaciones en Paz’, de mirarles a los ojos sabiendo que han traicionado su futuro como pueblo? No podrán, pero acudirán a la oportuna foto, la hipocresía política es insondable.
¡¡Viva el Sáhara libre!! DIARIO Bahía de Cádiz