“No podemos ser cómplices ni de los indultos ni del abandono de la ciudad”. Este ha sido el argumento que han esgrimido tres de los concejales de Cs para abandonar el gobierno de coalición con el PSOE. Argumentos que han servido para que hasta el propio chico de los recados de la Junta de Andalucía, Juan Marín, expresara su perplejidad diciendo que le parece de las cosas más absurdas que se ha escuchado en esta legislatura.
No, esto no ha pasado en el ayuntamiento de la Sanlúcar del Santo Régimen, donde PSOE y Cs gobiernan igualmente en coalición, ha sido en el ayuntamiento de la capital jienense. No obstante, la inmediata pregunta que cabe hacerse es: ¿podría ocurrir algo parecido en la Sanlúcar del Santo Régimen?
A pesar del estado de abandono y suciedad generalizado de la ciudad, en principio, hay dos razones fundamentales por las cuales es muy difícil, cuando no imposible, que algunos de los concejales de Cs que gobiernan junto al PSOE en la ciudad tomen una decisión similar. Por una parte, ninguno de los concejales locales de Cs tiene nivel suficiente para hacer una valoración medianamente conformada de lo que supone los indultos concedidos por el gobierno progresista a los presos independentistas del Proçes en relación con el ideario y la estrategia política marcada en este asunto por su partido. Lo de la suciedad en las calles y plazas es cuestión perfectamente soslayable por ellos.
La otra razón y no menos relevante, es que los concejales de Cs dimitidos de su responsabilidad de gobierno en Jaén no dependen económicamente de la política para subsistir, todos tenían actividad profesional o laboral previa a su responsabilidad política de gobierno, mientras que los concejales de Cs de la Sanlúcar del Santo Régimen, en su gran mayoría, el único sustento económico que tienen proviene de su actividad de gobierno.
Estas dos circunstancias hacen impensable por no decir imposible que, por ejemplo, el concejal de la In-Cultura, aquel que manifiesta que al entrar en el gobierno se le apareció la virgen, tome una decisión similar o que el propio primer teniente alcalde, aquel que dice dedicarse a la política porque se aburre en casa o aquel otro que con la biblia en mano tuvo la ocurrencia de pretender solucionar la suciedad en la ciudad dotando con bicicletas al personal de limpieza, o la conocida como delegada de autoempleo (el suyo, claro está) o la que se ocupa de un inexistente urbanismo. También hay que recordar que “El pardillo” se opuso en su día al acuerdo de gobierno PSOE-Cs, en la ciudad cuyos argumentos fueron rebatidos tras discusiones subidos de tonos entre las primas (la concejal y esa otra que pisa moqueta en San Telmo, con el poderoso argumento de “claro como vosotros estáis muy calentitos en la Junta”.
Por una vez y sin que sirva de precedente, de una manera aséptica tenemos que darle la razón al “tonto útil” de la Junta de Andalucía. Las razones dadas por los concejales para abandonar el gobierno en el Ayuntamiento de Jaén son absurdas y peregrinas. Pero alguien debería hacer recordar al “Torrijas” que no le pareció tan absurdo cuando utilizó hasta la saciedad para sacar réditos electorales el tema de la deriva independentista catalana para atacar y marcar distancias con el PSOE en las últimas elecciones autonómicas.
Los concejales jienenses de Cs han tardado dos años en darse cuenta del abandono de la ciudad, suerte que tienen los vecinos y vecinas de Jaén porque los concejales de aquí no solo no se dan cuenta, sino que pasan del tema. En cualquier caso, algo de responsabilidad tendrán los dimisionarios del abandono después de dos años gobernando. Por lo que todo hace pensar que lo de los indultos es una excusa a modo de guiño al PP andaluz para que cuente con ellos en un futuro tras la debacle definitiva que se espera en Cs. DIARIO Bahía de Cádiz