Y la progresía
es una señora con tanta utopía
que apenas le importa “lo materiá”
Ella es la inventora de esta fantasía
de hablar, mentir y faltar
entre risas, fiestas, copas y alegría
juntando a la par
negocio y progresía…
El pleno es un modo de disimular
Lo de menos, quizás, es la verdad,
Lo de más, es el daño, el aqué,
y el hacer que no tengo y tené,
y el darle al negocio su sal y pimienta
como debe sé.
Negocio y progresía: ¡Pleno de Jerez!
¡Bombo sin sustancia de esta raza vieja
que gasta diez duros en vino y almejas
vendiendo una cosa que no vale tres!
Y rueda un lejano sonar de cencerros
y un mugir de vacas y un ladrar de perros.
Gritos, altavoces, tambores, matracas:
—”Pasen, pasen, pasen. Vean la serpiente.
No hay peligro alguno. La entrada, un real.”
¡Y qué dialoguillos se cogen al paso!
—¿Y aquella barraca, qué es?
—¿Qué dice el letrero? —Ayto Jerez.
—¿Y el cartel qué pinta? —Pues, una mujer
de no buena guisa.
— ¡Qué desfachatez!
Juana, Paca, Elisa:
pasar más aprisa…
¡Esto no se ha visto jamás en Jerez!
Pasó el rebullicio, pasó la alegría…
Así son las cosas de esta progresía:
la forma brillante
y el fondo vacío;
para poco cante,
muy largo el jipío.
A menos ideas, mayor fantasía,
así son las cosas de esta progresía:
más sal que sustancia… ¡Pleno de Jerez!
¡Bombo sin sustancia de esta raza vieja
que gasta diez duros en vino y almejas
vendiendo una cosa que no vale tres!
(Extracto versionado del magnífico poema de Pemán ‘Feria de Abril en Jerez’). Homenaje a Pemán, el poeta. DIARIO Bahía de Cádiz