“Porque me da la real gana, porque era mía o de nadie, además nada de un calentón, injustificable de todos modos, no de eso nada, premeditación, y como se cuela con una amiga, pues nada, en vez de a una mato a dos y tranquilote”.
“Como mi mujer me ha dejado, pues nada, para eso soy el macho, pues me compro una radial y les corto el cuello, que si no me dan los besos que yo quiero, pues que no se lo den a nadie”.
“Como estoy muy mal de la cabeza cojo a mi hijo recién nacido y lo sacrifico en un altar, que me lo ha dicho el diablo”.
“Para lo que me cuesta quedarme embarazada cojo el pequeño y lo tiro a la basura”.
Con lo que duele un hijo, las lágrimas que se derraman por ellos, cientos de personas deseando dar amor y la naturaleza no se lo permite. Lo hermoso que es mirar a tu media naranja, compartir sus luchas, sus fracasos, sus sueños. Y últimamente abundan las alimañas, no se les puede llamar humanos, déjense de problemas mentales, déjense de la sociedad actual, siempre han existido sádicos: Jack El Destripador, Vlad Tepes, Pinochet, Torquemada y otros que no dejaron nombres pero sí victimas… esas siempre quedan.
Cuando los apresan, una pantomima de juicio, televisiones haciendo el agosto, y a la cárcel, tres comidas diarias, agua caliente y un colchón. Otros irán a un psiquiátrico donde querrán justificar lo incomprensible, o a un centro de menores ya que aun no tienen la mayoría de edad.
Se habla de las primeras condenas a cadena perpetua revisable, ¿por qué hemos de mantener de por vida a quien no tiene redención? ¿Qué se espera? ¿Qué se curen, que sean individuos socialmente sanos? IMPOSIBLE, gente así no demuestra ningún tipo de empatía. Los derechos humanos para los humanos, la humanidad ha de ser algo más que un cuerpo. Es ayudar a semejantes, es sentir compasión por los más desvalidos. Y estos engendros no son capaces.
¿Por qué existe tanto miedo a la única solución? No son recuperables, no han sentido ninguna piedad por sus víctimas, lo digo sin temblarme el pulso: PENA DE MUERTE. Y si hay que apretar el botón que sea entre varios ciudadanos, seguro que no faltan los voluntarios.
Nos dirigimos a una sociedad donde el criminal tiene más derechos que el honrado, donde los jóvenes sueñan con ser narcotraficantes, donde la vida de una mujer o un niño se arrebata a muy bajo coste.
Que nadie que sea culpable tenga lo que el honrado no se pueda permitir, no a los lujos de las cárceles, y sobre todo, que la palabra humano no sea una etiqueta para todos.
PENA DE MUERTE, al igual que cortaron la vida de Marta, Laura, Marina, de Ruth y José (que nunca se olviden) ni el de tantas mujeres y ángeles que hoy están enterrados, mientras sus asesinos tienen tres comidas a costa de un pueblo que no puede alimentar a sus hijos. DIARIO Bahía de Cádiz
Muy bien dicho!!! PENA DE MUERTE!!! Manolo Presidente!!!