Vagamos por una luna celestial a la que queremos poblar teniendo deshabitadas las casas. Nos encandila su luz blanca y roja penetrando en nuestros corazones de ojos ciegos que no quieren mirar al tullido del suelo.
El hombre sueña con volar cuando aún no sabe andar recto. Encorvados miramos una cajita tonta que utilizamos con nuestras yemas a la vez que olvidamos lo que es vivir la realidad. Paisajes mueren sin ser vistos, las huellas en la acera son pasajeras.
La honradez fue violada por el egoísmo en antena. Un título para la amnesia de la humildad. La humanidad descorazonada al sentar el trasero en un trono. La palabra escrita se olvida cada cuatro años. Reciclamos panfletos de ensueño para un cuento.
Tontos con sus tejemanejes y sus triquiñuelas guían al compás de una flauta al rebaño cada año. Es interesante ver como unos pocos comen del pasto verde y ven morir de hambre al resto que rebusca en la tierra árida. Nunca gobernará la oveja líder, siempre habrá un pastor y sus perros labradores.
¿Qué más da? La fábrica de las mentes te moldeará a imagen y semejanza de un esclavo fiel. El gateo te llevará a la aceptación, enjaulados en aulas de pupitres y pizarras desgastadas. Profesorado toreado por leyes cambiantes, transmisores por salarios precarios.
El golpe del pobre la risa del burgués. Motores de alta gama para naturaleza de low cost. Lágrimas de lince, llanto de lobo y el ser humano con tanto espacio sobrante. Mientras, en las calles se aglutina la gente, en los pueblos ulula solitario el ayer.
Cajeros de lamentaciones y de hombres invisibles. Una banda que persigue al Cristo y los fieles pisotean al desamparado. Bájate de tu cruz pero para ofrecer tu mano al necesitado. Golpes en el pecho oscuro de caretas de ángel. Satán en tu cuarto se pasea en las horas de soledad frente al ordenador con el audio casi quitado.
Nos reímos del inmigrante e invadimos Alemania, Argentina, Inglaterra y Francia. Saltamos una valla fronteriza con nuestros vecinos del norte. Al sur no contemplamos la posibilidad porque no interesa. El ébola arrasa la vida de la espada más famosa, el resto es paja.
Dios tiene una casa más grande que la mía, vive en muchas ciudades, en muchas calles y la Iglesia no da limosna. Suelta la calderilla porque la Semana Santa es más importante. Tú no tienes para comer, pero te compras una manzana mordida no comestible. Apoyas a guapos y a pulgas que corretean tras el balón mientras tus libros cogen polvo.
El ciclo se repite, yo soy yo y mis circunstancias, menos si eres de color, indigente o un elocuente que ponga en jaque al rey en su tablero. El club de la comedia entra en crisis y crean gabinetes múltiples con tarjetas negras mientras el pueblo aclama: “Todos somos Francisco”.
Colas que eran para recoger agua para la casa ahora toman papeles para programas y bolsas múltiples regidas por la dedocracia del pariente del vicepresidente de la alcaldía. Nos dan palmadas en las espaldas por inocentes para que aguantemos como valientes sin rechistar en oficinas de desempleo.
La información no interesa, está llena de engaño, mejor te cuento una novela para que opines como yo, que es mucho mejor. No hagas caso de Internet que es basura, engulle por tu bocaza, que Rato y Blesa jamás pisarán la cárcel porque mis reglas así lo dicen. DIARIO Bahía de Cádiz Tony Simón