Sebben che siamo donne
Paura non abbiamo
abbiamo delle belle buone lingue
sebben che siamo donne
paura non abbiamo
abbiamo delle belle buone lingue
e ben ci difendiamo
No tenemos miedo, no, ni a los que en nombre de su dios, de su forma de entender la vida y lo que nos rodea, asesinan, intentan ponernos una mordaza, quieren silenciarnos, ya sea en París, Cádiz o Guantánamo. Vayan con sotana, turbante, o traje de camuflaje, o se escondan detrás de la santa mafia, da lo mismo, ya ‘paura non abbiamo’. Por cada vida segada, por cada boca silenciada, por cada voluntad torcida, millones de gargantas lanzan al aire gritos de libertad.
‘Paura non abbiamo’, no tenemos miedo, decía la canción popular italiana de finales del diecinueve y que Bertolucci llevo a los campos en su película Novecento.
Que mundo más extraño, en el que torturadores, censores con el BOE a toda máquina se convierten en paladines del la libertad de expresión; en el que asesinos quieren acabar con una de las cosas que nos hacen a las personas diferenciarnos de otros seres vivos, la sonrisa, la capacidad de reírse de uno mismo. Qué raro, o quizás no tanto, escuchar a Susana Díaz condicionar la solidaridad con el pueblo saharaui a cuestiones geopolíticas de ‘amistad’ con Marruecos, más bien parece que ya le resulta incómodos gobiernos y acuerdos con su izquierda y acaricia adelantos electorales en Andalucía, incapaz de cumplir promesas, programas…, pero que tampoco olvide que ‘paura non abbiamo’
Y siguen sin enterarse, son incapaces de entender que a la gente ya no les guía ni la indignación, ni el cabreo. Indignación por el agujero que nos han metido, cabreo por sus corruptelas, ya no es lo que nos moviliza. Es la esperanza, la confianza en nosotros mismos lo que nos mueve. Mientras se empeñan en llamarnos locos, irresponsables, rencorosos. No somos el caos, somos su caos, que obviamente no es lo mismo. Ahora prometen, vuelven a prometer, se suben a molinos delante de cámaras de televisión… y no se enteran, no quieren enterarse que ya no se fían de ellos, que son muchas mentiras acumuladas y muchas negras realidades a sus espaldas, y lo mas importante ‘paura non abbiamo’
Y aquí, en Cádiz, mientras Teofila se despide con la peor cabalgata de su propia historia, parece decidida a inaugurar lo que haga falta, cuantas veces haga falta, da lo mismo. Puertas de cristal en el mercado, que no hacen falta, piedras en los parterres Santa Bárbara, pasos de cebra… Nos recuerda que tenemos la alcaldesa más antigua de todo Occidente, 3.000 años ya… DIARIO Bahía de Cádiz Fermín Aparicio
¡Vaya gazpacho!