Definitivamente, el Gobierno tripartito ha rogado en sus oraciones, a nuestro fundador el Rey Ateniense Menesteo que regrese del Olimpo donde descansan los héroes Homéricos, para reconducir al más puro estilo de tragedia griega, los designios de los portuenses.
Sin pretenderlo, nuestro alcalde ha subido su caché de político profesional localista a estadista del más alto nivel, emulando al contradictorio y populista Presidente griego Alexis Tsipras en sus compromisos electorales, y tirando del voluntarismo político que tanto le gusta practicar para, y sin tener en cuenta los intereses generales de todos los portuenses, dar satisfacción a las plataformas NO.
En nuestra ciudad concurren todos los elementos para convertirnos en una nueva Grecia en la cuestión NO a los aparcamientos y en otros asuntos que están por llegar. Fíjense, tenemos un alcalde pertrechado en una afirmación en la que se parapetan los políticos mediocres que se ven incapaces para asumir su responsabilidad “Está todo muy bien atado”. Adviértase como el tripartito no sabe cómo salir del nudo gordiano en el que se han metido sin que se vuelvan en su contra, en cualquier plaza Syntagma de nuestra ciudad, las pancartas como atrezo necesario de esta tragedia griega.
Tenemos dos integrantes del tripartito, exigiendo que se cumplan los compromisos, el Sr. Fernández (IU) en el papel estelar del combativo ministro griego de finanzas, Varufakis y el Sr. Oliva (Levantemos) que no sabemos dónde situarlo en escena porque está jugando el papel de convidado de piedra por su bisoñez e incluso tenemos el imprescindible coro que canta al unísono, materializado en una plataforma NO a la que se le ha prometido una reversión imposible de cumplir.
Por otro lado, tenemos una “Troika” compuesta por una administración autonómica, una empresa municipal y una entidad financiera, eso sí, que al más puro “tono imperativo y amenazante” según nuestro alcalde, en un informe le ha venido a decir al tripartito una verdad que las persona sensatas aprenden desde niños “Los contratos están para cumplirlos” y, “Las promesas electorales para incumplirlas”, en su caso.
El tripartito se debate entre el “Oxi” o el “Nai” griego y para eludir su responsabilidad, y traspasársela al portuense, anuncian, en último caso, una consulta popular, consulta que en la cuestión de los aparcamientos no está recogida en el pacto de gobierno progresista y social. ¿Por qué ahora si la contemplan?
Supongamos por un momento que la valoración realizada por la entidad financiera “amenazante” fuese interesadísimamente leoninas y que los miembros del tripartito fuesen capaces de renegociar las cantidades a indemnizar. ¿Cuál sería la cantidad que estarían dispuestos a pagar, y que asumiríamos todos los portuenses, para que el tripartito cumpla con su promesa electoral? Honestamente ¿cree el tripartito necesario proponer una consulta popular para terminar de hundir las precarias cuentas municipales? No hay más preguntas señoría, perdón consulta.
¿Por qué montar esta escena cuando ya contemplan como opción ejecutar el aparcamiento de Pozos Dulces y sustituir el de Plaza de Toros por otro estacionamiento en una zona menos sensible y con una mayor finalidad social? ¿Dónde? ¿Cumplirá este nuevo aparcamiento social con la condición imprescindible de viabilidad económica y el retorno de la inversión que exigen los fondos europeos? Puro teatro escapista, contradictorio y populista.
La consulta popular ¿qué mecanismo seguiría, el contemplado en la Ley 2/2001, de 3 de mayo, de regulación de las consultas populares locales en Andalucía, o el que dictara las plataformas NO? Si se sigue el procedimiento legal para realizarla, que incluye una preceptiva autorización del Gobierno de la Nación, se tardarían más del año de prórroga concedido para evitar la pérdida de los fondos europeos y el Rey Menesteo aburrido regresaría al Olimpo de los héroes Homéricos.
Tripartito ¿Oxi o Nai? DIARIO Bahía de Cádiz