Con la espectacular explosión de un autobús en las inmediaciones de la Catedral, terminaba hace unos días el rodaje de ‘The Rhythm Section’, la última de las películas de acción que ha utilizado la ciudad de Cádiz como lugar para el desarrollo de alguna de sus escenas.
En el pasado reciente, el género más dinámico del séptimo arte también inmortalizó a la Tacita de Plata con imágenes como la de Halle Berry apareciendo entre las frías olas invernales de La Caleta durante el rodaje de ‘Muere otro día’ (2002). Precisamente a esas mismas aguas llegaría tres años más tarde Vigo Mortenssen en el papel del celebérrimo Capitán Alatriste. No debemos olvidarnos de Tom Cruise y Cameron Díaz, que en 2010 participaron en un pintoresco encierro taurino durante la grabación de ‘Noche y día’, con toro a la fuga por la calle Barrié incluido.
El misterio y la intriga también visitaron nuestra ciudad en varias ocasiones, entre las que cabe recordar ‘La carta esférica’ (2007), con Aitana Sánchez Gijón y un poco afable –por no decir antipático- Carmelo Gómez. Quince años antes pudimos ver a Victoria Abril y Manuel Bandera paseando por nuestras calles en la casi olvidada ‘Demasiado corazón’.
Excelso ha sido también el crecimiento en Cádiz y la Bahía de rodajes relacionados con el género documental y biográfico, como Manolete (2006), Falla (2007) o Camarón (2005). No podían faltar las películas de folclóricas, con Juana Reina y Rocío Jurado protagonizando en 1947 y 1993 respectivamente la adaptación de la machadiana ‘La Lola se va a los puertos’. Un año más tarde que la universal chipionera, vendría Isabel Pantoja con Arturo Fernández para inmortalizar una vez más la plaza de la Catedral y sus inmediaciones en ‘El día que nací yo’.
También la comedia, más o menos costumbrista, ha fijado sus ojos en varias ocasiones en este rincón del mundo. Lo hizo en los albores de este siglo Jaime Chávarri con sus ‘Besos para todos’ y casi 40 años antes, en 1962, Luis Marquina con ‘La viudita naviera’, protagonizada por Paquita Rico en una adaptación de la obra homónima de Pemán, máximo exponente en nuestra ciudad por entonces de la cultura oficialista.
En el género del drama, nos encontramos con menos filmes que hayan elegido la Tacita como escenario. Quizás, las productoras cinematográficas piensan que Cádiz ya tiene bastante drama viviendo su realidad, con un índice de desempleo por encima del 30%, el desmantelamiento integral de su tejido industrial y unos niveles de infravivienda impropios en la Unión Europea.
Y también con cámaras, aunque no para el cine, nos encontramos con una de surrealismo en la plaza de San Juan de Dios, cada vez que escuchamos las improductivas conversaciones y soliloquios de los concejales de los distintos grupos en los plenos municipales.
Aunque eso, ya es harina de otro costal. DIARIO Bahía de Cádiz