Cuerpos sin vida, amontonados en la caja de carga de un camión abandonado en el arcén de la carretera, hacinados unos encima de otros, casi colocados como mercancía que son. Es que son sirios, dice un alemán que veranea desde hace años en Benidorm. Compró hace tiempo una casa allí para pasar su jubilación, y lo comenta mientras consulta cómo va la cotización de su plan de pensiones, lo tiene en el mismo banco que ahora empieza a cobrar la deuda griega.
Europa limita al sur con el Mediterráneo, convertido en una gran fosa común, al este, con vallas con cuchillas y más muerte, las fronteras ya no están dibujadas en los mapas con puntos y rayas, ahora están marcadas por muertos, niños entre concertinas, personas encaramadas a vallas y muros, y así se podría cantar:
Entre tu pueblo y el mío
Hay un punto y una raya (y un muerto)
El punto dice no hay paso
La raya puerta cerrada
¿Culpables?, algunos dirán que no hay que buscar culpables, que hay que buscar soluciones, así directamente, sin anestesia; otros dirán que responsables somos todos, es una buena manera de diluir responsabilidades y aquí paz y después un lazo en tu muro, alguna donación a cualquier organización con buena imagen, así nuestra conciencia esta salvada, al menos por ahora.
Busco en Google la palabra ‘Siria’, ¡sí que es grande!, y está a las puertas de esta Europa. Europa dicho así también suena a excusa para difuminar responsabilidades, parece que todos somos responsables de este nuevo genocidio del siglo XXI, y a la vez ninguno.
¡A ver si dejan de poner fotos de niños muertos ahogados en la playa, a ver si dejan de sacar niños llorando en los periódicos!, me parten el corazón, lamentaba el alemán, mientras echaba bien de limón a la paella que en el chiringuito les preparan todos los domingos.
Lo mismo que los fallecidos o asesinados, no lo sé muy bien, tienen nombre y apellidos, familia, tenían una casa…, los responsables de esta barbaridad también lo tienen, y no se pueden esconder en uniones económico-políticas. Porque si hay una políticas generales, hay unos ejecutores locales, aunque sean periféricos como Hungría, España… y a la vez responsables políticos directos, y ministros del interior, y gente con uniforme que apalea, que gasea, que….
En esa Europa, esos políticos -digo políticos en el peor sentido de la palabra- que se reúnen de urgencia en menos de veinticuatro horas, presencial o por videoconferencia, para humillar y saquear a Grecia, esos mismos no hacen coincidir sus agendas para abordar lo que llaman “el drama…”, pero estos tienen cara y nombre, los hemos vistos tanto en fondo azul popular, como en fondo rojo socialdemócrata, pidiendo el voto y junto a ‘políticos’ nacionales, llámense Elena Valenciano, llámese Arias Cañete, han acudido en su apoyo tanto Pedro Sánchez como Mariano Rajoy, ellos son los que mandan, ellos son los responsables máximos de este desastre de Europa, que en cosas como esta, nos avergüenza y nos humilla, que te dan ganas de decir lo de Mafalda: “oiga, pare el mundo que yo me bajo”. DIARIO Bahía de Cádiz Fermín Aparicio