“Al despertar, ya no fui el mismo. En mi memoria se había grabado la visión de la ciudad y en mi espíritu se alzaba otra reminiscencia, aún más vaga, de cuya naturaleza entonces no me hallaba muy seguro.”
H.P. Lovecraft (1890-1937), maestro del terror,
en el papel de militante de Podemos.
Con respecto a la política me gusta ser inocente, esperar nada e intentar comprenderlo todo. Y llegadas las sorpresas, averiguar dónde están las cartas marcadas. Eso conlleva, claro, que no siempre uno tenga un sentido de la justicia ciertamente correcto… ni que llegue a tolerar con flexibilidad determinadas cuestiones. Y creo que nos vendría a bien que nadie las tolerase.
El proyecto de partido político ‘Sí Se Puede’, de San Fernando, está emprendiendo a través de las redes, medios de comunicación y demás una extensa campaña de recogida de firmas para conseguir aval de cara a la candidatura municipal. Lo cual es todo respetable. Ahora bien, el problema viene cuando, en esa necesidad, recurren a la tan manoseada imagen de ‘Podemos’. Mi propósito es que nos preguntemos colectivamente hasta qué punto es legítima esta identificación que, dicho sea de paso, tan indulgentemente ha tratado la prensa local.
‘Podemos’ a nivel estatal no ha redactado documentos organizativos ni programáticos municipales; únicamente han brindado su apoyo en las grandes ciudades de provincia. ¿Qué nos quiere decir esto? ¿Que no se ven con fuerza ni estabilidad suficiente para afrontar desafíos concretos y territoriales? Hasta este punto era natural y predecible, para una fuerza tan joven. Entonces, ¿hasta qué punto Sí Se Puede tiene conexiones con Podemos aquí en San Fernando?
Ninguna conexión. Únicamente en los nombres particulares de su militancia. Sí Se Puede no tiene las garantías ni el programa de un partido estructurado como es Podemos.
¿En qué convierte esto a Sí Se Puede? Pues en un partido local donde un grupo de personas comparten un supuesto proyecto político —del cual, por cierto, no tenemos ni idea— y con la misma proyección internacional que tuvo en su día CxSF[1], es decir: ninguna. Un grupo de voluntariosos se reúne libremente adoptando la estética de una marca electoralista porque saben… que van a sacar provecho.
¿Puede un programa de gobierno de apenas tres páginas despertar confianza y voluntad de cambio en San Fernando, ciudad de casi 100.000 habitantes?
Gran parte de la militancia actual de Sí Se Puede deriva de la disolución del partido Izquierda Anticapitalista[2] y de particulares con muy buena intención que deposita simpatías en Podemos. Poco más, ya que Sí Se Puede tendrá que echar a andar con un proceso de construcción del programa municipal donde no van a recibir indicaciones de Madrid ni de Sevilla, como hasta ahora han hecho. Tengan por seguro que les resultará kafkiano, si los aludidos están leyendo esto.
¿Cómo pueden llamar “proyecto de ciudad social” a algo que se reduce a paralizar desahucios, auditar la deuda y apoyar la ocupación de viviendas?
No es que esté en contra, ni mucho menos, pero ¿no saben ustedes que a través de una agrupación de electores no pueden llevar a cabo medidas que escapan a competencia municipal, como la creación de empleo público?
Ya no es cuestión de que nos mostremos más o menos proclives al aparato propagandístico del Podemos estatal que todos conocemos: estamos hablando de una fuerza política independiente y exclusivamente municipal, donde su militancia ha abandonado antiguos partidos para integrarse en la candidatura de este nuevo y cuyas ideas y propuestas aún nos son desconocidas. Y que no nos vengan con que “tras las elecciones consultaremos con la gente”: son un partido político, hagan algo que merezca la pena y arriesguen su nombre… y sobre todo sus futuros votos, que es lo que más precian. Y digan algo que no hayamos escuchado hasta ahora, de otras fuerzas políticas a las que pretenden ignorar.
¿Puede constituirse en fuerza política estable un partido que tuvo que retirar su primera lista de candidatos/as por divisiones internas?
¿Hasta qué punto puede construirse un proyecto político únicamente en base a los errores del gobierno municipal y titulares de prensa?
De la misma manera que desconfié de CxSF y de su escisión CxLI[3], desconfío ahora de un pequeño partido cuyos jefes en Madrid no les han dado autorización para usar su propia imagen. Y pretendo que ustedes hagan lo mismo.
¿Qué es la centralidad del tablero para aquellos que no sólo desmantelaron su propio partido sino que, a la postre, han expulsado a 60 antiguos militantes de Izquierda Anticapitalista con discrepancias en el actual Podemos Andalucía[4]?
Aprecio la buena voluntad en política, especialmente cuando los que se ven ingenuamente como clase media están dispuestos a mancharse las manos. Lo que no aprecio es que en el camino manchen la integridad del resto a sabiendas de la ignorancia del pueblo. DIARIO Bahía de Cádiz
[1] Ciudadanos Por San Fernando.
[2] Constituido en movimiento para poder integrarse en Podemos tras la victoria interna de Pablo Iglesias y su lista.
[3] Ciudadanos Por La Isla.
[4] http://kaosenlared.net/direccion-de-anticapitalistas-expulsa-a-la-mitad-de-la-organizacion-de-andalucia/