Mantiene un estudio realizado por el IFOP (Instituto Francés de Opinión Pública) y promovido por una web dedicada a propiciar citas extraconyugales, los siguientes datos sobre las mujeres españolas infieles:
– Edad: el 52% tiene entre 35 y 49 años.
– Residencia: viven en alguna de las cinco ciudades más grandes de España o alrededores.
– Formación: el 85% es de clase media y alta, la mayoría con estudios superiores.
– Ingresos: trabaja como ejecutiva percibiendo entre 20.000 y 30.000 euros al año.
– Aficiones: le gusta el cine, quedar para tomar un café y hacer turismo.
– No le gusta: los videojuegos, los juegos de cartas y la caza.
Tras leer los resultados del sesudo estudio en cuestión, me atrevo a aventurar varias conclusiones:
Las ejecutivas españolas ganan un sueldo de mierda y la clase media alta de este país está mucho más canina de lo que yo creía. Además, con ese sueldo y viviendo en una de las cinco ciudades más grandes de España, la única afición que puedes mantener es, efectivamente, ir al cine, tomar café y darte una vueltecita turística por el parque.
Tú tendrás estudios superiores reina, pero a ti te están explotando en el trabajo y por eso se la pegas a tu marido a través de una web, porque no tienes tiempo ni dinero para hacerlo de otro modo, que todo exige una inversión, aunque sea pequeña.
Si a los 25.000 euros (por hacer una media) les quitas IRPF y seguridad social y divides entre 14 pagas morena, eres mileurista, así que no me extraña que siendo de clase alta, con estudios y viviendo en una gran ciudad, después de pagar la renta o la hipoteca y las facturas varias, te dé por tirarte a quién sea antes de tirarte tú por el acueducto («los bloques» de allí de Madrid).
Siguiendo mi habitual trabajo de documentación, para acercar a mis lectores temas serios y con enjundia, he visitado la web en cuestión que se vende como un sitio discreto y elegante, donde las mujeres podemos encontrar «un jardín secreto» en el que volver a sentirnos jóvenes y seductoras sin perder, eso sí, nuestra pareja actual. Tener un lío y seguir con el padre de nuestros hijos, como si tal cosa, pero a la vez salir de la monotonía matrimonial para volver renovadas y contentas.
Muy bonito todo, pero digo yo que si la historia va por ahí, tendrás que prepararte para ello y no acudir a la cita en bata de boatiné si se trata de sentirse “especial” y “seductora”, por lo que a la cuota que haya que pagar a la web en cuestión, habrá que sumarle unos gastillos propios del tema que nos ocupa. A saber:
– Depilación profusa de todo tu cuerpo aunque sea invierno. No es tu marido bonita, no te va querer igual si le recuerdas a los futbolistas con los que flipaba en su infancia. 40€
– Peluquería: tinte para ocultar canas (imprescindible en esa horquilla de edad) más peinado: 60€
– Ropa interior adecuada (o inadecuada, según como lo mires). Imposible un gasto menor de 150€ y eso pensando que se trate del dos piezas de toda la vida y no quieras dejar echar a volar tu imaginación, que ya que te pones…
– Taxi para arriba, taxi para abajo (recordemos que es una ciudad grande) y lo que te toque a escote de la habitación o jardín secreto. Recuerda que eres una profesional ejecutiva y con estudios superiores y no vas a consentir que pague él (además ya no pagan, está la cosa muy mala). 200€
– Cenita a medias más copazos para entonar. 150€
Es decir, te sale la broma por unos 600€ sin contar imprevistos. Tú volverás renovada y rejuvenecida pero ese mes no comes mujer y si cuentas el estrés que te va a producir tanto gasto, sin saber si al final merecerá la pena, yo no lo veo compañera.
Como tampoco te gustan los videojuegos ni los juegos de cartas, entretenimientos asequibles donde los haya, siempre puedes volver a los clásicos y esperar a la cena de empresa de diciembre, agarrártela mortal, encontrar el jardín secreto en la sala de fotocopiadoras y explicarle unos cuantos criterios de eficacia y eficiencia al guardia de seguridad de la entrada. Al día siguiente te vas a sentir fatal, pero créeme si te digo que te vas a ahorrar un dinero.