“Mariano, pienso que, en algo llevas razón sobre tus “raíces vigorosas”.
Porque profundas y arraigadas son las que existen en el PP que lideras…”.
El señor (con perdón para los señores), presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy. Tras el periodo vacacional, ha emergido muy positivista al escenario político, no a través de un plasma sino en carne y hueso, para dar el pistoletazo de salida al nuevo curso electoralista español 2014/2015, lanzando mensajes a la oposición sobre sus directrices a seguir. Vanagloriándose de lo realizado hasta la fecha “a pesar de la herencia recibida del anterior gobierno estatal del PSOE de Zapatero y Rubalcaba…”. Diciendo, entre otras cosas que: “Este año es el año de la recuperación. El próximo será el año de la bajada de impuestos, del afianzamiento del crecimiento y del empleo, y de perseverar sin descanso en los esfuerzos reformistas. Aquí no hablamos de brotes verdes, aquí hablamos de raíces vigorosas”.
Prometió, además, que está dispuesto a hablar de muchas cosas, entre ellas “del aforamiento de los cargos públicos, de los indultos, de los procesos penales y las responsabilidades públicas, del fortalecimiento de la legislativa popular, de limitar los gastos de las campañas electorales, y de la elección directa de los alcaldes”.
Le confieso, estimado lector, que de los iluminados dictadores salva patrias, no me fío lo más mínimo. Pero tampoco de ciertos ‘demócratas’ de este periodo constituye español. Y menos, de Mariano Rajoy, tras su arbitraria pancista forma de actuar en los últimos años. Haciéndolo similarmente como los represores más recalcitrantes, de cuantos existan o existieron en la derecha e izquierda política universal. Habiendo utilizado la mayoría absoluta de su ‘democrático’ rodillo, sin ninguna piedad contra las capas menos favorecidas de la sociedad española. Atentando gravemente contra el equilibrio psíquico, cívico, social, cultural, sanitario y económico… de cientos de miles o millones de familias españolas.
Por ello, creo y entiendo que, al igual que sus congéneres, análogos y semejantes, va cara al sol que más calienta a su poltrona. Estando más calado que un melón con una navaja de Albacete. Teniendo menos futuro entre la juventud y el honrado pueblo español, que el sociata Pérez Rubalcaba dando clases en la universidad, después de más de 20 años de excedencia. Porque, antes y después de declararse la crisis económica… En España tanto con el uno como con el otro, no creció ni el más mínimo brote verde creador de empleos, ni de bienestar social para las clases trabajadoras. Con el agravante, además, de favorecer las castas del PP y del PSOE a los ricos con sus políticas de ajustes…
Es evidente, que ha comenzado un nuevo curso político. Debiéndonos apretar bien los machos, porque es más de lo mismo o peor, lo que nos espera inmediatamente. Porque nos seguirá haciendo ver el PP lo negro blanco. Lo mismo que hicieron o hacen el resto de formaciones de este sistema corrupto político. No creyéndose nadie, salvo ellos cuando gobiernan, los informes oficiales que emiten sobre la creación de empleos… Porque si hace varias décadas, los socialistas de Felipe González, prometieron si ganaban las elecciones la creación de 800.000 empleos. El PP de Mariano Rajoy prometió, hace tres años, 3,5 millones de puestos de trabajo. Habiendo ocurrido todo lo contrario en el último trienio.
Consecuentemente, deseo que, el pueblo español reaccione para que más pronto que tarde a estos políticos, a sus circos y a sus círculos, se les acabe campar a sus anchas. Porque si nos lo proponemos, podemos acabar con ellos en las próximas elecciones. De lo contrario, ellos acabaran con nosotros, al importarles tres boñigas, los dramas familiares existentes en España. Al estar más preocupados de mantenerse en el poder que, de sacar a flote a este Estado de estados, al que hunden en las profundidades de sus crueles y tercermundistas catacumbas. Porque dinero hay más que suficiente para erradicar la hambruna y pobreza en España, pero no en manos de políticos carentes de vergüenza ni de honradez…
Por ello, menos terminologías demagógicas marianistas, Mariano Rajoy. Porque tienes, excelencia, menos luces que la circunvalación de Algeciras. No extrañándome lo más mínimo que alcanzaras el máximo poder político estatal. Porque en España los que triunfan políticamente…, son los más mediocres de cualquier profesión u oficio con titulación o sin ella. Siendo tú un claro ejemplo, al haber alcanzado la presidencia del Gobierno, estafando y engañando con promesas que después no cumpliste.
Mariano, no obstante, pienso que, en algo llevas razón sobre tus “raíces vigorosas”. Porque profundas y arraigadas son las que existen en el PP que lideras. Hasta el punto, que en cualquier alfombra que se levante de la sede nacional de Génova 13 y en otras de tu partido, presuntamente brotará algún político con vigorosas raíces corruptas… DIARIO Bahía de Cádiz