Soy de los que voy a todas las exposiciones que se celebran en mi tierra, me guste más o menos la temática, hay que apoyar esos actos ya que atraen al turismo y generan de forma indirecta ingresos. En estos días he tenido la oportunidad de ver una magnifica, pese a lo pequeña, se trata de la muestra que expone el Museo de Cádiz sobre objetos rescatados de los pecios del muelle, muy bien expuesta para podérsela explicar a los niños de forma sencilla y amena.
La otra a la que he asistido me ha producido vergüenza a mí y a mi familia. Se trata de las mierdas que exponen en el Espacio de Cultura Contemporánea, pocas veces he visto tanta bazofia en un espacio tan grande y privilegiado.
En una ciudad donde supuestamente tenemos falta de terreno, recalco lo de supuestamente solo hay que anotar el número de solares vacíos y edificios desocupados para ver que es una mentira administrativa con intereses. NO podemos perder un valioso espacio en ver una muestra de muñecos horrendos cabezones, dignos de los juanillos sobre todo del momento de meterles fuego, un enano con su enorme pene en un carro o perros cagando. ¡Sí, eso es lo que se estaba exhibiendo! Eso es lo que se entiende por arte.
Dense un paseo por la muestra de la plaza sobre el comercio en el Tricentenario, verán un montón de ilustraciones de autores con un talento enorme, gente que a duras penas, y pagándolo de su bolsillo, consiguen exponer. Hay aficionados pidiendo un museo del carnaval que se retrasa continuamente, o un museo cofrade que no está ni en proyecto. ¿Son necesarios? No lo sé, pero seguramente atraerían más gente que un cabezón deforme, ya que el que viene de fuera, nos guste o no, busca el tipismo. Si como decía Martínez Ares un museo del carnaval no es necesario, yo creo que no es necesario para el gaditano, pero sí para el foráneo. Eso sí ha de ser algo más que un montón de fotos, ha de ser algo vivo y palpable.
Cádiz tiene una hermosa fauna marítima, en su sierra… se podría poner un museo de historia natural. Aquí se han rodado una larga lista de película y series, también se podría poner un museo cinematográfico… ideas cientos. Cualquiera de ellas mejor que un montón de perros cagando, el enano de pene hipertrofiado, o un montón de zapatos tirados para el placer onanista de un creador fetichista.
En fin, ahora dirán que el arte es parte del alma del creador, que no tenemos estudios para comprenderlo. Y una mierda, como la que suelta el perro de la expo: el arte si un niño no lo entiende ha fallado en su cometido. DIARIO Bahía de Cádiz