Hola chiquita, aunque obviamente este texto nunca caiga en tus manos, permite esta confianza a una persona que se indigna con los ataques que hacen a tu persona. Adolescente, valiente, el que lo dude que tenga huevos de subirse a un velero en pleno invierno por el Atlántico, aunque a su lado vaya el mismísimo capitán Nemo con Elcano y Magallanes de escoltas, te reirías al ver cómo a esos gallitos de teclado rápido se les pondría la cara blanca ante la primera ola.
Te temen chiquita, recelan y en vez de argumentar razonadamente si tienes o no razón, se dedican a atacar tu condición de menor y de síndrome asperger, ¡hijos de la gran puta! Enfermedad lo llaman, o peor aun lo usan, un puñado de babosos para reírse ¡como si fuera una limitación! Cuando la única barrera está en sus obtusas mentes.
Soy padre, preferiría verte jugar con tus amigos, esos pocos que tendrás, ya que, como bien sé por mi precioso hijo, que comparte muchos aspectos contigo, los niños pueden ser crueles, pero seguro que alguno tienes y de mucho más valor que cientos de conocidos. Pero tú no puedes, cuando algo se mete en vuestra cabecita ese tema lo lleváis al límite tanto de conocimiento, como de valor, y has escogido la más noble campaña, salvar esta perla de la vía láctea a la que llamamos casa.
Los pones nerviosos, muy inquietos, y los comprendo, si mi hijo consigue ponerme a mí ante sus continuas preguntas, y eso que lo miro con amor incondicional, ¡uffffff! Imagino el sudor frío que recorrerá las espaldas de esos asesinos medioambientales, antes tus razonadas acusaciones, antes tus palabras sin filtro, en esta sociedad de medias tintas y falsedades.
¡Dales duro! Que tiemblen cuando los mires con esos ojos tuyos que ven mucho más allá de la superficie, de las apariencias, que ven con la desgarradora inocencia de quien no ha sido manchada por intereses. ¡Ojalá algún día te dediques sólo a leer, a navegar en velero por gusto, a pasear! ¡Ojalá! Ya que querrá decir que tu causa ha llegado a buen puerto.
Mientras tanto somos muchos los que te admiramos, y aprovechamos para acordarnos de tantos hijos de perra que la única razón que usan es tu condición o que no entres en estereotipos de adolescente Disney maquillada. DIARIO Bahía de Cádiz